iPhone 5, análisis

Fiel a su cita anual ya tenemos por aquí al iPhone 5. Su puesta a la venta en España fue el pasado viernes, y llegó tras un fin de semana de estreno en EEUU con récord de ventas. ¿Merece realmente la pena el cambio? ¿Cuáles son las novedades del último teléfono de Apple?

Tras unos días probándolo a fondo, toca ponernos serios y dejarte con el análisis completo del nuevo iPhone 5 en Xataka.

El conservador “nuevo” diseño del iPhone 5

Aunque hay novedades interiores que merecen la pena, el iPhone 5 ha supuesto un importante avance en su exterior. ¿Cambio de diseño? ¿Pero si es idéntico al iPhone 4S? Puede parecer que me he vuelto loco, pero no del todo. El iPhone 5 sí que introduce interesantes novedades en el apartado del diseño, pero hay que tocarlas para notarlas.

El mayor logro de Apple ha sido que, manteniendo la esencia que identifica a sus teléfonos desde el iPhone 4, ha logrado cambios que suponen un avance importante en su nuevo iPhone 5.

Lo que nadie pasa de largo cuando se le deja un iPhone 5 es que el grosor y sobre todo, repito, sobre todo, el peso, se ha reducido a niveles muy sorprendentes. Hace que literalmente no sientas que lo llevas en el bolsillo. Personalmente me he sorprendido a mi mismo palpando el bolsillo para convencerme de que los casi 900 euros – estamos probando el modelo de 64 GB – que llevaba allí no se habían desvanecido o los había dejado olvidados en algún lugar.

La cifras hablan de un grosor de 7.6 mm y un peso de 112 gramos, combinación que junto con el material de su carcasa trasera son las novedades importantes del diseño de este teléfono.

Vamos ahora con la carcasa trasera. Como puedes ver en la imagen de arriba, el “centro” del iPhone no ha sufrido apenas variación en su grosor. La reducción se ha conseguido eliminando el cristal tan mencionado en caídas tanto en la parte superior como en la inferior.

En la parte de la pantalla, aunque lo comentaremos más adelante, se ha integrado la tecnología táctil en el panel y se ha podido eliminar una capa, lo cual se aprecia perfectamente.

En la parte de la carcasa trasera – que no es tal al no poder quitarse – se ha abandonado el cristal para optar por el mismo aluminio anodizado de los portátiles de Apple. En el caso del teléfono se le ha dado un acabado extra que en el modelo en negro queda estupendo. El uso de este material le proporciona una triple ventaja al iPhone 5: resistencia, ligereza/reducción de grosor y una sensación de calidad abrumadora al tacto.

Nada más cogerlo entre las manos, me surgió la duda sobre cómo se comportaría este acabado con el paso del tiempo, especialmente en lo que se refiere a arañazos y desgaste. De entrada no parecía una previsión muy halagüeña. Tras unos días de uso intensivo, la parte de la suciedad ha quedado prácticamente descartada, y especialmente las huellas por grasa se eliminan fácilmente y les cuesta agarrarse al aluminio más de lo que uno hubiera podido apostar en las primeras horas de uso.

En cuanto a la posibilidad de arañazos, es fácil obsesionarse y de momento no ha mostrado más que microscópicas imperfecciones. Pese a ello, me temo que este iPhone 5 volverá a ser carne de funda protectora si el usuario no puede olvidar lo que le ha costado el terminal y no admite imperfección alguna en su superficie.

De la parte trasera nos queda hablar de dos aspectos. Por un lado tenemos las dos barras superior e inferior que Apple no ha construido en aluminio sino en cristal muy pulido y de gran acabado. Aunque la compañía comente que es una línea de diseño que han querido que sea así, me parece que la única razón de no darle continuidad a la carcasa metálica la tiene la faceta de comunicación, donde Apple no quiere problemas.

Precisamente en la barra superior de cristal se ha colocado la cámara de fotos, muy pegada al borde, pero de eso os hablaré en su apartado correspondiente.

Del diseño del iPhone 5 también os tengo que mencionar los bordes, que ahora son del mismo color que la carcasa en el caso del iPhone color negro, lo que enfatiza en la sensación de poco grosor. Merece la pena pasar la yema del dedo por esta parte del exterior del iPhone para comprobar el nivel de acabado y detalle del exterior del último teléfono de Apple. Por cierto, el botón principal me ha dado la sensación de ser más resistente. A ver si es verdad y no da los problemas del anterior.

Y ya nos queda solo por repasar pequeños detalles como los altavoces, que pasan de un hueco muy dado a acumular suciedad y fauna de lo más varipinta, a unas perforaciones, con lo que ganamos en limpieza, diseño y según he comprobado, calidad de sonido.

Justo en esa parte inferior queda colocado ahora la salida de auriculares. Para mi es un acierto, pero me parece que es algo que cada cual debe valorar. No pienso que nadie cambie de opinión sobre la compra de un terminal por la situación arriba o abajo de este conector de 3.5 mm.

Nuevo conector

Si seguimos con la mirada en la parte inferior del teléfono de Apple, es sencillo notar uno de los cambios importantes de esta generación: el sistema de conexión.

El nuevo conector, llamado Lightning – hay que ver lo que le gusta a Apple bautizar novedades – no solo supone que Apple le ha dado la espalda a la conexión microUSB, sino que es un duro golpe para el mercado de accesorios y todo el ecosistema.

Y no se trata solo de que si queremos usar accesorios para el conector anterior hay que pasar por caja a razón de 30 euros por cabeza – y no sirve en todos los casos para recuperar la funcionalidad completa, por ejemplo vídeo – , sino que el propio cable de alimentación tendrá un tiempo de adaptación para el usuario. Personalmente soy de los que tiene uno de los antiguos repartidos por varios lugares habituales, incluido el coche, para la recarga en cualquier momento. Ahora va a ser más complicado y traumático olvidarse de ese cable de alimentación.

Pero también hay ventajas y hay que entender en parte el por qué lo ha hecho Apple. El tamaño es la más clara a primera vista, con lo que Apple gana espacio para seguir miniaturizando el diseño de su teléfono. Por otro lado es más sencillo de poner dado que no tiene “caras”, pero ha perdido la oportunidad de hacerlo al estilo Magsafe y ofrecer tranquilidad con los enredos y tirones.

Aunque menos evidente que la de los accesorios, una mala noticia respecto a este Lightning es que estamos hablando de un conector USB 2.0, lo que no acabo de entender teniendo la versión 3.0 ya en la calle y además adoptada – por fin – en sus últimos portátiles e imaginamos que futuros ordenadores de sobremesa.

Lo mencionamos en este apartado, pero no hay mucho que contar. Apple ha vuelto a poner en alerta a las operadoras y confundido a los usuarios con su nanoSIM. Con la excusa de dejar más sitio en el interior del iPhone, Apple ha dividido casi por la mitad a la anterior microSIM, así que tijeras y adaptadores son mercancía habitual si no estás con una de las operadoras grandes que ya las tienen disponibles. A ver si de una vez se acuerda que no hay directamente SIM en los smartphones.

Pantalla

Aunque no lo hayamos comentado todavía, Apple ha aumentado la pantalla de su iPhone, pero no os había hablado todavía de ello porque me queda la duda de si lo ha hecho convencida de ello.

Tengo muy claro que ha estirado la pantalla hasta las cuatro pulgadas para no quedar rezagada en una carrera que ha colocado por encima de esa cifra el status quo de los que denominamos como smartphones de gama alta. Pero a partir de ahí surgen mis dudas.

Sin ganar en anchura para no romper la buena ergonomía del iPhone original, media pulgada no me supone un cambio destacable respecto al iPhone 4S, pero puede ser tan solo una apreciación personal porque la reducción de grosor y de peso en ningún momento ayuda a que te des conscientemente cuenta de ese aumento de la pantalla.

Pero esa media pulgada de aumento de la diagonal sí implica una serie de ventajas en el día a día. Hay de entrada más espacio para contenido en las aplicaciones y por ejemplo cuando visitamos páginas web, así como para una fila más de iconos. En reproducción de vídeo ganamos un formato 16:9 más atractivo.

Y si estás preocupado por las aplicaciones y este nuevo formato de pantalla, la adaptación de las aplicaciones al nuevo formato no debe hacer sufrir a ningún usuario. Los desarrolladores, o han actualizado ya sus aplicaciones o no tardarán en hacerlo, al igual que ha ido ocurriendo con la resolución Retina.

Si hablamos de la calidad de la pantalla, no hay cambios significativos en la densidad de píxeles, pues el aumento de pantalla se compensa con una resolución de 1.136 por 640 píxeles, lo que nos deja la cifra de 326 ppp.

Las novedades y mejoras llegan con el brillo y contraste, que suben a 500 cd/m2 y 800:1 respectivamente. Comparando con el iPhone 4S, la mayor naturalidad de los colores y un contraste más marcado (especialmente los negros, que se comprueba incluso con la pantalla apagada) es el cambio más apreciable.

Por último hay que hablar de la tecnología in cell touch que ha permitido a Apple eliminar una capa importante – en cuanto a grosor – de su pantalla, integrando los sensores táctiles en el propio panel LCD.

El resultado no solo hace el terminal más delgado sino que mejora las sensaciones al manejar el terminal con los dedos, dejando una impresión de manejo más fiable, rápido y suave.

Cámara y multimedia

La cámara es ya uno de los puntos clave que hay que analizar a fondo cuando os presentamos una prueba a fondo de un smartphone de gama alta. Con el iPhone 5 no iba a ser menos.

La opción de Apple para este iPhone 5 ha sido conservadora en el sensor – que tampoco tenía que tocar por el buen resultado que ofrece la cámara en el iPhone 4S – y ha mejorado apreciablemente el rendimiento en condiciones de luz complicadas. Resulta muy reconfortante no temer en la mayoría de situaciones por imágenes nocturnas movidas, con mucho ruido o nulas de detalles.

Otra novedad importante es el zafiro que recubre la cámara, lo que la hace más resistente a posibles roces o golpes. Para mi gusto, su posición está demasiado cerca del borde, y me he sorprendido con algún que otro dedo de invitado en fotos apasionadas, algo que seguro que le ocurre a más gente. Aunque con el iPhone 4S la cámara está también cerca del borde, nunca me había pasado.

En definitiva, en calidad de imagen el resultado final me gusta mucho. Con el nuevo procesador se ha ganado en velocidad y todo parece que funciona mejor en este apartado.

Pero como en otras partes de este análisis, hay matices no tan positivos que anotar. Tras alcanzar una calidad que la sitúa como una de las opciones de más nivel en el mundo de los smartphones de gama alta, la cámara del iPhone 5 ha perdido la oportunidad de presentar más novedades a nivel de software.

Tenemos un botón de disparo más grande por la nueva diagonal de pantalla, y también la funcionalidad de Panorama, pero por ejemplo echamos de menos alguna posibilidad de edición sin recurrir a terceros programas. Terminales como el HTC One X que analizamos a fondo demuestran que hay margen de mejora para el iPhone en ese apartado.

Respecto a la función de Panorama, sorprende lo rápida que es y la perfecta integración que hace de todas las imágenes, sin «datos extraños» entre imágenes. Comparando resultados con los programas más completos – y de pago – a los que hasta ahora había que recurrir para realizar este tipo de fotografías, minipunto para Apple.

En cuanto al vídeo, sigue siendo igual de completo que en el iPhone 4S, y ayuda bastante la estabilización. Y en lo que respecta a la cámara secundaria, ha aumentado bastante su calidad. A continuación una serie de imágenes de muestra en diferentes situaciones:

iOS 6 y la función de mapas

La más mediática pega que se le ha colocado al nuevo iPhone 5, aunque no es problema del terminal sino del sistema operativo, ha sido la funcionalidad de mapas.

Apple ha arriesgado al apostar por su propio sistema de mapas. Que su CEO Tim Cook haya tenido que lazar una nota pública disculpándose ante sus usuarios e incluso proponga usar alternativas de la competencia da una medida bastante aproximada de lo que este revuelo está suponiendo.

Apple, que ha realizado diferentes compras en los últimos años relacionadas con los mapas, debía apostar por su propio sistema – es un mercado muy jugoso y que a todas las compañías les apetece liderar en solitario y sin depender de terceros – pero me temo que se ha precipitado.

La funcionalidad de navegación paso a paso, las mapas vectoriales o la espectacularidad de Flyover sirven de poco sin lo básico de un servicio de mapas: los datos. Y eso que las funciones que no dan problema trabajan de maravilla. Pero con todo lo que rodea a Apple, para lo bueno y para lo malo, no podíamos esperar otro resultado. Esta vez la «fama» ha jugado en su contra.

La realidad es que ninguno de los dos principales protagonistas de esta historia han salido beneficiados a corto plazo. Google ha perdido más de 100 millones de usuarios de sus mapas – estamos a la espera de que puedan volver a ofrecer su aplicación Google Maps de forma separada – y Apple se ha ganado una mancha en su historial que ya veremos cuánto dura y a dónde nos lleva.

Del resto de iOS 6 ya os hemos hablado anteriormente. No es por lo tanto una novedad del iPhone 5 en tanto que está disponible para otros terminales anteriores.

La experiencia de uso sigue siendo increíble, pero con Android y Windows Phone 8 cada vez más cerca, el ecosistema puede que no sea suficiente muy pronto, y Apple tenga que mover ficha de una forma menos conservadora y tranquila. Multitarea más eficaz, widgets que aprovechen la inútil pantalla de inicio actual, así como notificaciones y funciones de compartir acordes con el mundo que vivimos se hacen ya muy necesarias.

Al nivel de igualdad en el campo del hardware, quien quiera seguir dominando tiene que pensar en ofrecer también novedades en el sistema operativo, que avanza a un ritmo menos intenso que lo físico.

Rendimiento y autonomía

Aunque las mejoras interiores no suelen ser tan mediáticas como las exteriores, el iPhone 5 lleva unas cuantas en sus entrañas. La más significativa es la del procesador, un A6 con el que Apple prometía una mejora considerable respecto al iPhone 4S, un terminal ya de por sí bien dotado.

Efectivamente, tanto la parte de proceso más pura como la del apartado gráfico impresionan en las pruebas.

Usando GeekBench hemos comprobado que la combinación del doble núcleo a 1.3 Ghz con el GB de memoria RAM prácticamente triplica sin inmutarse el dato que nos ofrece el iPhone 4S (629). La cifra máxima que hemos conseguido ha sido de 1643 puntos.

Ese aumento de rendimiento no se aprecia apenas en el funcionamiento de la interfaz iOS, pero en navegación – combinada con la nueva WiFi -, juegos o tareas en segundo plano como puede ser la cámara de fotos, sí que se agradece ese extra de potencia que nos da el iPhone 5.

Como pasa con la mayoría de terminales de gama alta, cuando le exigimos lo máximo en juegos es apreciable sin problemas un calentamiento de la carcasa trasera, que en el iPhone 5 es más notable que en versiones anteriores por la buena conductividad del aluminio. El cristal de los dos modelos anteriores lo ocultaba más. Ahora bien, igual de rápido que se nota el calentamiento, éste desaparece.

Respecto a la autonomía, Apple no ha ofrecido datos de su capacidad ni voltaje, solo de horas de funcionamiento. En mi prueba, la experiencia me indica que Apple ha mejorado la batería del iPhone 5 respecto al iPhone 4S, pero no obtenemos un rendimiento significativamente mayor.

En la prueba real, con uso intensivo de redes sociales, correo, navegación web, algún que otro vídeo y bastantes fotos, el iPhone 5 vuelve a pedir auxilio al final del día. Justo como me pasada con el iPhone 4S.

Si queréis datos más fríos, en modo vídeo continuo el iPhone 5 le ha sacado media hora de ventaja al iPhone 4S (6.45 horas frente a 6.13), y como cifras de uso, antes de agotarse por completo y con el uso intensivo que os he comentado antes, han sido una media de 5.5 horas de uso el que me ha dado el iPhone 5 antes de agotar su batería, a las que hay que sumar unas 12-13 horas en modo espera “activa”, es decir, con notificaciones presentes.

En este apartado nos queda hablar de las comunicaciones. Empezamos por algo básico en un teléfono, aunque no siempre se le preste la atención adecuada. Apple le ha colocado a su iPhone 5 tres micrófonos que cuentan con el apoyo de un sistema de reducción de ruido que permite tener conversaciones más claras sobre el papel. En la realidad esto es así también.

Respecto al tráfico de datos, dado que el LTE del que dispone del iPhone 5 no es aprovechable en España, hay que conformarse con las redes HSPA+, el bluetooth 4.0 y una novedad interesante: la doble banda para la conectividad WiFi. Combinado con la velocidad del procesador, la sensación es de una navegación más rápida y fluida.

iPhone 5, la opinión de Xataka

Apple ha conseguido que su nuevo iPhone 5 convenza por fuera y por dentro, dejando de nuevo este terminal como referencia para los smartphones de gama alta. Altísima gracias a los detalles de su acabado y el peso y grosor conseguidos. A nivel hardware casi ninguna pega considerable se le puede encontrar.

Pero la sensación que nos deja el conjunto es de haberse quedado a medias. La parte del sistema operativo está todavía coja más allá del ecosistema, y no se puede vivir eternamente de las rentas. ¿Le pedimos demasiado a los fabricantes a cada generación de terminales? Bueno, quizás sea más bien que con una o quizás más actualizaciones al año, el usuario se ha ganado ese derecho.

iOS 6 sigue “simplemente” funcionando como uno espera, pero eso puede no ser suficiente en un periodo corto de tiempo. Opciones tan importantes como la multitarea o un sistema de notificaciones en condiciones se hacen ya imprescindibles, y aunque sabemos que no ocurrirá nunca por ahora, ser más abierto para con otros servicios (especialmente en las opciones de compartir) no le sentaría nada mal al nuevo iPhone 5.

Por último tenemos el tema del precio. El modelo de iPhone 5 básico, con 16 GB de memoria interna, sale por 669 euros. Es un precio alto pero no lo parece tanto cuando se tiene en mano, se ve el acabado y los detalles, y comparamos con otros smartphones de gama alta.

Pero si nos vamos al modelo superior, con 64 GB, la cifra de 869 euros parece a todas luces un valor que se escapa de las manos. Uno podría pensar en una estrategia equivocada al no ofrecer casi oportunidades en la gama media o de entrada, pero el número de ventas ha vuelto a darle la razón a Apple. De nuevo habemus teléfono icónico por excelencia.

El teléfono ha sido cedido para la prueba por parte de Apple España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas

iPhone 5, en vídeo