El impecable, brillantísimo espectáculo que supone la adaptación de 'Ghost in the Shell' a imagen real puede dejar un poso amargo de insatisfacción en el espectador que ya conozca el material de partida. El castillo de fuegos artificiales futurista que propone la película de Rupert Sanders es moderamente fiel a su modelo, a veces proponiendo una réplica visual exhaustiva, pero está claro que este es uno de esos casos en los que en la traducción de lenguajes se pierde algo por el camino. Y no hablamos solo del japonés y el inglés.
Partamos del hecho más o menos obvio de que 'Ghost in the Shell' es inadaptable. Nació en 1989 como un manga escrito y dibujado por Masamune Shirow que contaba las peripecias de una organización contra-ciberterrorista del Japón del siglo XXI llamada Sección 9, cuya cabeza visible en el campo de batalla es la Mayor Motoko Kusanagi y consta de tres volúmenes: el tercero de ellos (en la cronología interna de la serie, que está desordenada) narra las peripecias de la Mayor en la empresa privada después de que su mente, su fantasma se haya fundido con el del primer villano de la historia, el Titiritero.
Shirow ya empezó aquí a detallar sus ideas acerca de la sociedad, las máquinas y sobre todo, el tema vector de todo 'Ghost in the Shell': dónde está la chispa que nos hace humanos. Sin embargo, es solo el punto de partida para una serie de adaptaciones en formato animado que no forman un todo coherente, sino que cada una conforma un pequeño universo cerrado. Desde ese punto de vista , la película de Sanders puede entenderse como una nueva adaptación de aquel manga primigenio, inusualmente breve para lo que suele estilarse en este tipo de historias.
La primera adaptación, base estética de la película en imagen real, es la película de Mamoru Oshii 'Ghost in the Shell', de 1995. La pelea en el agua con un fugitivo, la construcción y la vestimenta (o ausencia de ella) de la Mayor, el combate con el tanque-araña, determinadas imágenes icónicas (la Mayor cayendo al vacío y haciéndose invisible, la casi fetichista obsesión con las conexiones por la nuca...) y una visión naïf pero aún hoy contundente del entonces mágico e inasible ciberespacio son algunos de los detalles que la película estadounidense replica.
Oshii también dirigió la secuela de 2004, 'Ghost in the Shell: Innocence', mucho más agresiva visualmente (y, en cierto modo, y debido a lo rudimentario de sus CGIs, algo más pasada de moda hoy día), y que continúa con las andanzas de la Mayor, esta vez investigando una muertes de robots de compañía, detalle que también se usa puntualmente en la película. Una auténtica superproducción que muchos consideran superior a su precedente, aunque a nivel visionario, la 'Ghost in the Shell' original permanece insuperada.
En 2002 llegó la serie anime, compuesta de dos temporadas (con sus correspondientes OVAs posteriores, películas que remontan las series en formato largometraje): 'Stand Alone Complex' y 'S.A.C 2nd GIG'. En ambas, con un enfoque más próximo al policiaco futurista y sin entrar en tantos devaneos con el espíritu cyberpunk del anime y el manga original, se narraba el enfrentamiento con el hacker El hombre que ríe. Uno de los villanos secundarios, Kuze, androide que conoce a la Mayor desde que eran niños, sirve como inspiración para una de las némesis de la película.
Finalmente, tenemos los OVAs de 'GIS: Arise', cinco entregas que vuelven al punto de partida: el manga original y cómo se creó la Sección 9. Como punto de partida de la cibernificación de la Mayor, que empieza a recibir prótesis, tiene algo en común con la historia de pseudo-origen que propone la nueva película en imagen real, pero va por otros derroteros. Los fans más recalcitrantes de la saga harán bien en consultar los videojuegos salidos de la serie y los múltiples flecos directos que generaron estos últimos OVAs (incluida una secuela directa del primer largometraje), pero quien quiera enfrentarse con cierta base a la película, no lo necesita.
Por no decir que no necesita nada de todo esto en absoluto.
Una adaptación insuficiente
'Ghost in the Shell', la película, está planteada como una introducción al mundo creado por Shirow, y ese posiblemente es su problema. En su intención (comprensible, por otra parte: ha costado 140 millones de dólares) de jugar al riesgo bajo, pese a su encomiable clonación de buena parte de las constantes visuales y temáticas del original, queda algo atenazada por el miedo al fracaso.
Uno de esos miedos es el que ha llevado, paradójicamente, a un inexplicable whitewashing (dar a intérpretes caucásicos papeles que, por lógica o respeto a las fuentes originales del relato, deberían otorgarse a actores y actrices de otras razas) que ha procurado abundantes críticas a la producción antes del estreno. El whitewashing lleva desde siempre produciéndose en Hollywood, pero atravesamos una racha francamente negra en ese aspecto: las dos últimas acusadas han sido 'Doctor Strange' (en una decisión arbitraria e inexcusable) y 'Ghost in the Shell', con Scarlett Johansson dando vida a un personaje que es netamente asiático, y protagoniza una aventura que bebe de la cultura asiática (continuamente referenciada en el film) y que está ambientada en una ciudad ficticia, pero claramente inspirada en Tokyo.
Durante semanas hubo incluso rumores de que la empresa encargada de los efectos de envejecimiento de 'El curioso caso de Benjamin Button', Lola VFX, estaba usando un software especial para asiatizar los rasgos de los actores occidentales, algo que sin duda habría sumado furia a las protestas y que finalmente fue descartado (al parecer, porque los resultados no eran convincentes, no por cuestiones éticas). A cambio, el personaje de la Mayor, en la película, no intenta disimular que tiene características occidentales: pasa a llamarse Mira y se incluye una levísima trama que justifica el cambio racial. Nada de ello oculta una verdad indiscutible: Paramount necesita una estrella de atrativo internacional, y el miedo le impide actuar con la lógica que pide un relato de tono abrumadoramente oriental.
Conectado con esa necesidad de hacerlo digestivo está el empeño en domesticar el original. Porque no hay otro remedio, es un problema que parte de la misma naturaleza del material. ¿El ejemplo más claro? Los abundantes momentos en los que en el original la protagonista se desnuda, y que en la película se han sustituido por una malla color carne, indudablemente futurista y efectiva, pero que es buena muestra de las limitaciones de la adaptación. Habría sido ridículo ver a Scarlett Johansonn haciendo acrobacias en pelota picada, de acuerdo, pero el erotismo gráfico extremo del original, que conectaba con una serie de densísimas (y muy actuales) disquisiciones sobre el origen de la identidad sexual, se pierden por el camino y no encuentran equivalente.
Lo que nos lleva a la necesidad de que la película mantenga cierta moderación para no amputar sus posibilidades comerciales: la calificación PG-13 que ha buscado Paramount también afecta a la violencia, un componente primordial de 'Ghost in the Shell', que convierte el destrozo físico de humanos y cyborgs en una cámara de resonancia de la desafección entre cuerpo y mente que padece esta ciudad del futuro. Dicho de otra manera; nada de cabezas estallando con los contundentes proyectiles de la Mayor. No es un problema grave pero sí uno que procede de la pérdida de los comentarios más extremos del anime sobre los límites de lo corpóreo.
Todo ello se resume en una cuestión más o menos obvia. La adaptación de Sanders reduce la densidad, la complejidad de la obra original, para hacerla más asequible. Y para ello usa un truco que sin duda acrecienta la sensación de familiaridad del espectador, pero que puede acabar jugando en su contra: emplea recursos visuales ya inventados e instalados en la memoria colectiva, procedentes de películas que comparten una raíz de influencias, el cyberpunk, pero que han dado frutos distintos. Hablamos, claro, de 'Blade Runner'.
'Blade Runner' es una constante visual en esta adaptación de 'Ghost in the Shell': desde los tonos de la fotografía (a medio camino entre la marca de fábrica de Ridley Scott y un proceso de iluminación diseñado por Jess Hall para imitar el aspecto del anime con un intrincado diseño de LEDs) al diseño de la ciudad, algo menos oscura y más “futurista” que la del anime. Este Japón del futuro tiene hologramas de geishas gigantes moviéndose entre los edificios, neones y arquitectura brutalista del siglo XXI, y aunque en determinados momentos es impresionante, es inevitable pensar en la icónica ciudad-infierno diseñada por Laurence G. Paull para el clásico de la ciencia-ficción de Ridley Scott.
Pero hay más (y más importante): el concepto de la vida artificial que plantea 'Ghost in the Shell', el anime, es mucho más sofisticado y abstracto que el de la película, que se queda en un mero “seres artificiales que descubren que lo son y dudan de su humanidad”, algo que 'Blade Runner' dejó ya bien explorado. Esta 'Ghost in the Shell' se retrotrae a reflexiones sobre lo artificial (¿suman las partes artificiales un todo humano?; ¿qué es exactamente una IA que no sabe que lo es?; ¿si parece, suena y siente como un humano… es un humano?) que ya se planteaba Ridley Scott con sus históricos replicantes. Aún más: ya se lo había planteado el autor de la novela en la que se basa Blade Runner, Philip K. Dick, obsesionado con el mundo de la vida artificial a lo largo de toda su obra, principal propulsor de los términos 'androide' y 'simulacro' y creador del concepto de la máquina que descubre que no es humana… en 1953.
A su vez, 'Blade Runner' fue una versión pop y muy digerida del cyberpunk, corriente de la ciencia-ficción de principios de los ochenta que tuvo a William Gibson y su novela 'Neuromante' como principal estandarte. Ya en este género la disolución entre inteligencias humanas y artificiales y la exploración del cuerpo como un ente en constante evolución hacia lo cibernético, devorado por la máquina y lo digital, se trataba de forma mucho más profunda que en esta 'Ghost in the Shell'. De hecho, en la primera secuela del anime de 'GitS' se plantea un ciberespacio (término acuñado en Neuromante, por mucho que hoy sea el pan nuestro de cada día) que va mucho más allá en cuanto al atrevimiento conceptual que la película de Sanders.
Y el ciberespacio nos lleva, inevitablemente, a 'Matrix'. La obra maestra de las hermanas Wachowski saqueó una buena cantidad de ideas estéticas del anime de 'Ghost in the Shell' (dos primordiales: los conectores en la nuca y la icónica lluvia de código, fusilada tal cual de la película de Ishii). Por eso es doblemente curioso que 'Ghost in the Shell', versión Sanders, parezca a veces un exploit noventero de las aventuras de Neo: sus secuencias de acción a cámara lenta, los tonos verdosos de su fotografía, algunos conceptos -una vez más- sobre inteligencias artificiales que, de nuevo, las Wachoski ya habían llevado mucho más allá con personajes aún insuperados como el Arquitecto.
¿Estamos ante una nueva adaptación fallida de la que poco hay que rascar, entonces? No exactamente: 'Ghost in the Shell' carece de la densidad de la propuesta del anime y el manga originales: sus niveles de abstracción de los largometrajes o las reflexiones acerca de los límites de lo humano no llegan a ser alcanzados por el film de Sanders. Pero, a la vez, la película es una introducción perfecta al mundo de la Mayor: Scarlett Johansson, con ese físico clásico y robótico a la vez, es perfecta para el papel, y algunos efectos (las geishas, la conclusión del enfrentamiento con el tanque -calcada del anime-) son memorables y muy fieles en espíritu a la fuente.
Y aun así no deja de ser paradójica la posible comparación con 'Lucy' de Luc Besson. Una película a su manera mucho menos ambiciosa que 'Ghost in the Shell' -y en cuyo éxito se fundamenta la elección de Scarlett Johansson para este nuevo papel- , pero que lanzaba al espectador, en su tramo final, unas ideas sobre lo posthumano mucho más avanzadas que las de esta adaptación, cuyas reflexiones sobre lo cibernético huelen un poco a gastado.
En Xataka | ¿Por qué Scarlett Johansson da vida a la protagonista de 'Ghost in the Shell'? La polémica está servida
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48 comentarios
kano01
Enhorabuena por el artículo. Normalmente los artículos de Xataka me parece q suelen pecar de no profundizar demasiado, este está en el punto justo.
Sobre el Whitewashing, yo siempre he visto a la Mayor con aspecto totalmente caucásico. Los personajes de muchos mangas son europeos y no asiáticos (no entro a debatir pq). No veo pq debería haber un problema con Scarlett Johansson trasladando un rol que claramente en los mangas no es asiático ...
wasabi86ac
"El whitewashing lleva desde siempre produciéndose en Hollywood, pero atravesamos una racha francamente negra en ese aspecto"
Ni hecho a propósito.....!!
marcellus48k
Así que Hermione puede ser negra, pero Kusanagi no puede ser blanca... curioso.
Por cierto, el primero que vea rasgos orientales en los personajes de los manga/anime que levante la mano. Saludos.
chronos02
No me suena mucho la Mayor Moyoko Kunasagi... ¡Y eso que me he leído todos los tomos y visto todas y cada una de las adaptaciones del manga a la pequeña y gran pantalla! Creo que volveré a hacer una maratón, a ver si es que me falla la memoria o algo...
Siendo más serios, he intentado leerme el artículo, pero es que no puedo... parece que el redactor o no se ha informado correctamente, lo ha hecho a toda prisa o sencillamente no le importa la saga.
Y esto tiene demasiados anglicismos sin sentido, vale que es un blog, pero por dios, que nuestro idioma es lo suficientemente rico como para no necesitar esas cosas. Y no, no queda más guai, o "cool".
ezek
Muy buen analisis. Creo que el problema de GitS es que llego tarde, esta pelicula debio haberse echo hace 10 años y no ahora porque no tiene nada nuevo a nivel visual que no se haya echo en Matrix o sus predecesores. Comparar Lucy con GitS es como comparar a los ositos cariñositos con el oso yogui, poco y nada en comun. Con respecto al whitewashing creo que poner a Scarlett Johansson fue una decision correctar porque el anime/manga no caracteriza a ningun personaje como oriental a nivel fisico, es mas, creo que generalmente los personajes se basan mas en caracteristicas occidentales que orientales y en el caso de la mayor y GitS tiene esa tendencia occidental claramente.
royendershade
Joe pues si Lucy fue un exito, teniendo en cuenta lo mala que es y lo basico del debate que propone, y esta es peor...
frg92552
Creo que la mayoría de adaptaciones al cine de libros o comics son decepcionantes para las personas que conocen el material literario de partida. Es cierto que hay muy honrosas excepciones pero son eso, excepciones.
Aún recuerdo el chasco que me llevé al ver en el cine El Juego de Ender o Starship Troopers. Con lo buenos que son ambos libros, la primera la habían convertido en una historia de chavales y la segunda en un ñordo absoluto que no tenía practicamente nada que ver con el libro mas allá del título. Con Dune no me pasó porque vi la película sin haber leído el libro, directamente es que no me enteré de nada. Luego me leí el libro, que me flipó, y pude comprobar a posteriori la mierda de adaptación cinematográfica que se había hecho.
Así que no dudo que para alguien muy familiarizado con estos cómics manga la película pueda resultar decepcionante. Pero a mi, que lo único que me suena es el título, a poco que se parezca la peli a los trailers seguro que me entretendrá. Lo único que espero es no encontrarme con la típica pelicula en la que los únicos 4 o 5 momentos chulos son los que salen en el trailer.
emmanuelfrancososa
Me aburrí después del primer párrafo para mi fue como lucy 2 y cumplió mis expectativas, tampoco se puede esperar mucho hoy en día de las películas de acción
gamesreality
Pero, la película es buena o no?
Que mania con intentat hacer comparativas.
Soporífero no-analisis. Más largo que el propio manga.
axulsr
Leí hasta "whitewashing", me parece una queja ridícula
t0nil01
Siendo fan de Ghost in the shell, me ha parecido perfecta.
Quiza le faltaban a Batou un par de palmos de alto y ancho, y que Aramaki fuese un poco mas locuaz, pero me ha encantado.
He ido al cine con un grupo de fans y un neofito, y nos ha encantado a todos menos al que no conocia nada de Ghost in the shell...
Lo mismo que me paso cuando vi la pelicula la primera vez.
fever
Se quejan del Whitewashing pero no dijeron nada en casos como el kingpin negro de Daredevil, o la catwoman negra cuando selina kyle es blanca, rubia y de ojos verdes (por poner 2 ejemplos rapidos y sencillos para todos).
Yo creo que han elegido a johannson por que aunque a mi el anime de GiTS me aburre, ella se parece (y mucho) a la personaje principal.
yarlei
parece que el whitewashing* solo funciona con las obras extranjeras porque world of warcraft el origen estaba bien montada. o el director/es y guionista/s se ¨empapan¨ de lo que trabajan o seguiremos viendo pelis a medias tintas, que no todo es seguir las pautas sino la esencia que nos transmitian esas peliculas, series, etc..
messerpolo
Pero eso de que Scarlett Johansson es perfecta para el papel....
Yo no veo que en el manga la Mayor sea asiática, más bien occidental, pero el papel no le pega nada a la Johansson. Habría hecho falta alguien con un físico más adecuado. Por muy Viuda Negra que sea, con 160 cm y ese aspecto no da la talla.
joaquínpérez marti
vengo de verla y... un 10
luisdelgado3
¡¿Hermanas Wachowski?!
ignasiramosmartinez
No entiendo por que en todas las criticas que leo aparece el tema del desnudo integral, cuando EN NINGUN MOMENTO, ni EN NINGUNA OBRA (anime, peliculas, o manga) La mayor Motoko Kusanagi aparece integramente desnuda. Siempre porta un traje de camuflaje termo-optico, y en el caso de que este se rompa, siempre lo hace convenientemente para no dejar sus genitales al descubierto. Por otra parte, es cierto que el traje original es mucho mas ceñido y fino, dejando muy poco (o absolutamente nada xD) a la imaginacion. Pero "pelota picada"? es pasarse bastante ya que nunca aparece en pelota picada.
Eso si la productora y direccion artistica podrian haberse currado un traje mas fiel y a gusto de todos. Pero perderian la clasificacion G-13.
En resumen puros beneficios, como siempre Hollywood prioriza el "$$$$" cash!! ante la esencia del septimo arte. Por eso prefiero los Live action asiticos, o aun mejor los "Live action 3D" los cuales ultimamente a mi me gustan muchisimo mas, dado su extremo realismo. Gantz: 0 es el mejor y mas reciente ejemplo.
resipuig
Espero verla pronto, he visto todo de GITS y no se yo, si la película estará a la altura....
alejandrahuxley
Magnifico articulo. He aqui mi opinion:
- No me parecio buena eleccion Scarlett y no porque fuera blanca. Creo que su fisico, su cara y su actuacion no estaban a la altura de este personaje. Sorprendentemente me gusto mucho mas en Lucy.
- La pelicula es fiel reflejo de las escenas de la original, no asi de su contenido ni de su mensaje. En terminos generales esta completamente vacia de contenido. Un shell, pero sin ghost.
- El ritmo es demasiado rapido, apabullante y mete demasiada informacion en muy poco tiempo, sobre todo en la introduccion. Parece intentar huir desesperadamente de aburrir al espectador comunicando demasiados elementos, pero gracias a ello rompe con el ritmo y mata la espectacion, asi que culmina metida en el fango del hastio mas aplastante.
Para mi, es una de las peores peliculas que he visto en muchisimo tiempo. No le llega ni a los tobillos a la original de 1995. Un bodrio de tiroteos con mucho presupuesto, ambientada en una obra de arte que le da un nombre que no merece. Digna de ser quemada en la hoguera.