Cuando Jay Graber subió al escenario de TechCrunch en diciembre de 2024, su mensaje fue contundente: Bluesky está construida "a prueba de multimillonarios". "El blindaje está en el diseño", dijo. "Si alguien comprara Bluesky o si quebrara, todo es código abierto. Lo que le pasó a Twitter no podría pasarnos a nosotros".
Con más de 24 millones de usuarios tras las elecciones estadounidenses de 2024, Bluesky se ha convertido en una seria alternativa a X. No hace falta exagerar y decir que ya está a su altura porque no lo está ni muchísimo menos, pero al menos hay una alternativa donde antes prácticamente solo había vacío. La historia de cómo Graber llegó a liderar esta pequeña revolución es singular y contextualiza bien su visión de las redes sociales.
Los orígenes
Nacida en 1991 en Tulsa, según Forbes, su madre –una acupunturista que huyó de la Revolución Cultural china– le dio el segundo nombre "Lantian" (蓝天), "cielo azul" en mandarín. Como reveló Vanity Fair, este nombre representaba un deseo de "libertad sin límites" para su hija, nacido de sus propias experiencias bajo un régimen opresivo. Su padre, un profesor de matemáticas de origen suizo, completaba este entorno multicultural que marcaría su visión del mundo.
La coincidencia con el nombre de la compañía que ahora dirige es casual, Jack Dorsey ya había bautizado el proyecto como "Bluesky" antes. Sin embargo, parece una casualidad algo profética, especialmente considerando la visión de libertad y apertura que Graber traería al proyecto.
Tras graduarse en Ciencia, Tecnología y Sociedad por la Universidad de Pensilvania, donde Le Monde reporta que cofundó un banco de tiempo estudiantil, Graber trabajó como ingeniera en SkuChain y en una fábrica soldando equipos de minería de bitcoins, antes de unirse a Zcash en 2016.
Como reveló en Decoder, esta experiencia temprana con tecnologías descentralizadas fue fundamental: "He trabajado mucho tiempo en tecnologías descentralizadas y he visto sus limitaciones, pero también creo que hay muchas limitaciones en los sistemas centralizados".
El nacimiento de Bluesky
En 2019, mientras dirigía Happening Inc., fue invitada a un grupo de expertos convocado por Twitter. "Era una de los expertos en una pequeña sala de chat", recordó durante una entrevista en Decoder, el podcast de The Verge. "Yo estaba muy emocionada. En ese momento trabajaba en mi propia app social, y había estado construyendo protocolos sociales descentralizados, jugando con ellos, haciendo mucha investigación".
En 2021 fue nombrada CEO de Bluesky, ya como empresa independiente. Esta independencia fue una decisión clave que ella misma impulsó. Como reveló ella misma, "insistí en que nos separáramos como una empresa independiente. Si el capitán cambiaba o si ese apoyo desaparecía, perdería el apoyo institucional para Bluesky, y realmente quería que este proyecto existiera".
"Jack tenía una visión de algo mejor para las redes sociales", explicó a CNBC. "Estamos construyendo una red social de código abierto que cualquiera puede tomar y construir sobre ella. Nadie ha sido tan abierto ni ha puesto tanto control en manos de los usuarios".
En su conversación con Decoder, Graber profundizó en esta visión: "Queremos que esta sea la última identidad social que tendrás que crear, porque puedes moverla entre aplicaciones y servicios. Puedes llevar tu identidad, tus relaciones y tus datos contigo".
Según datos proporcionados por Emily Liu, portavoz de Bluesky, a Newsweek, la plataforma sumó cinco millones de nuevos usuarios tras las elecciones de 2024, principalmente de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido.
Este crecimiento explosivo, según revela El País, se intensificó "tras la huida en estampida de muchos usuarios de X una vez que se hizo pública la noticia de que Elon Musk había sido nombrado codirector del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Donald Trump". No es del todo claro si hubo una estampida como tal y de qué magnitud, pero sí que las fechas del repunte de usuarios de Bluesky coinciden con las postelectorales.
Monetización y liderazgo
El reto ahora es la monetización. En "The Big Interview" de Wired, Graber anunció suscripciones premium para vídeos de alta calidad y personalización. La empresa ha recaudado 36 millones de dólares, incluyendo 15 millones de Blockchain Capital. Y antes o después tendrá que ir devolviendo ese dinero.
"No vamos a construir un algoritmo para anuncios que encierre a los usuarios", dijo a CNBC. Con veinte empleados y cien moderadores, Bluesky apuesta por un modelo alternativo. Como explicó en profundidad a Decoder, la plataforma está desarrollando un sistema de "moderación componible" que permitirá a los usuarios y comunidades crear sus propias reglas y filtros.
"Pensamos en el 'problema del autobús'", explicó a Forbes. "Hemos bloqueado todo de forma tan abierta que no podemos degradar la experiencia porque hemos abierto el mercado a los emprendedores".
Este enfoque refleja el estilo de liderazgo poco convencional de Graber que, según El País, "se comunica directamente con los usuarios, se muestra cercana y accesible. Desde su cuenta personal, escribe hilos explicando trucos para usar mejor Bluesky y suele revelar datos curiosos con sentido del humor".
Rose Wang, directora de operaciones de Bluesky, quien conoció a Graber en 2018 durante un viaje en coche al lago Tahoe, describe su forma de liderar: "Lo que hace a Jay tan especial es que además de ser colaborativa es una visionaria, capaz de anticiparse diez pasos a lo que está por venir".
El futuro
El inversor Mark Cuban dijo a Forbes que ve Bluesky como una experiencia "realmente social", aunque hizo un matiz: su cuenta en X tiene diez veces más seguidores, una forma de tirar un dardo a la baja penetración de la primera frente a la segunda.
Esta disparidad no parece preocupar a Graber, quien en Decoder enfatizó que el objetivo no es replicar el modelo de las redes sociales tradicionales, sino crear algo radicalmente diferente. Bueno.
El futuro está por escribirse. Como Graber dijo a Wired: "Estamos enfocados en ofrecer una buena experiencia mientras escalamos". En Decoder, expandió esta idea: "Tenemos que mostrar a la gente primero que esta visión puede funcionar, que es divertida, útil, mejor que las alternativas y también buena para la sociedad".
Es un objetivo que, curiosamente, hace honor al significado de su segundo nombre, aunque sea una conexión puramente casual. La visión de Graber para Bluesky parece cumplir aquel deseo de "libertad sin límites" que su madre expresó al nombrarla Lantian.
Imagen destacada | Xataka, Wikimedia Commons
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