Si crees que todo lo que influye en tu factura eléctrica es el aire acondicionado o la calefacción, piénsalo otra vez. Hay un electrodoméstico que está haciendo mella de forma mucho más silenciosa y que, probablemente, ni te habías dado cuenta.
En situación. En los últimos meses, el precio de la electricidad en España ha experimentado fluctuaciones importantes, con un aumento significativo en enero de 2025. La tarifa eléctrica alcanzó los 68,41 euros por MWh, alcanzando un cuota que solo se recordaba hace tres años. Este incremento no es casual, ya que se debe principalmente al aumento del precio en el mercado mayorista de electricidad y a la vuelta del IVA al 21%. Además, la finalización de la excepción ibérica en agosto de 2024 ha contribuido a este encarecimiento.
Sin embargo, la solución no está únicamente en usar menos calefacción o ir apagando luces, que también, pero ciertos electrodomésticos están elevando el precio de la factura de la luz.
El que menos te esperabas. El calentador de agua necesita mucha energía para calentar, valga la redundancia, grandes cantidades de agua. A pesar de haber transformado la vida cotidiana de las personas y facilitado las tareas domésticas, su uso ha aumentado inevitablemente el consumo energético en los hogares.
En datos. Para que sea más fácil de entender, un consumo medio por persona ronda los 800kWh al año, por lo que en una casa de cuatro personas y un depósito de 200 litros estaríamos hablando de que se gastaría un total anual de 3.200kWh. Todo ello, traducido monetariamente sería unos 600€ al año solo por el calentador de agua.
¿Cómo podemos ahorrar? Para empezar, hay que fijarse en las cosas que hacemos mal, como ajustar la temperatura a niveles muy altos que elevan el precio, como a 60°C o más, cuando en realidad una temperatura entre 50 °C y 55 °C es más que suficiente. También, hay que realizar un mantenimiento regular para evitar la acumulación de sarro en las resistencias. Esta acumulación dificulta la transmisión de calor, lo que obliga al sistema a consumir más energía para calentar el agua. Otro consejo es aprovechar los horarios de menor demanda, mejorar el aislamiento del depósito y optar por sistemas alternativos como bombas de calor o paneles térmicos. Estas opciones pueden generar importantes ahorros a largo plazo.
Las alternativas. Las últimas tecnologías mencionadas vamos a analizarlas con más detenimiento. Por un lado, la energía termosolar que utiliza la radiación solar para calentar agua, lo que la convierte en una opción para hogares con suficiente exposición solar, permitiendo reducir la dependencia de los calentadores eléctricos. Por otro lado, la aerotermia, que aprovecha la energía contenida en el aire para calefacción, refrigeración y agua caliente, se ha popularizado por su alta eficiencia energética.
Sin embargo, estas opciones tienen un plan de inversión inicial bastante elevado, pero con el tiempo son rentables y contribuyen a reducir las emisiones de carbono.
Saber cómo y por qué usamos energía en casa es importante para ahorrar dinero y aprovechar mejor nuestro electrodomésticos. De hecho, esto último ha transformado y mejorado nuestra vida cotidiana, pero también es importante ser más conscientes de cómo consumimos energía para cuidar tanto nuestro bolsillo como el medio ambiente.
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