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Los 'pecados' de Maroto motivan a Almeida: del blanqueo a Bildu a los "asesinatos" en las residencias (y el recuerdo del "turístico" volcán de La Palma)

El último Pleno se convirtió en una ofensiva 'popular' contra la portavoz municipal del PSOE, partido con el que el Consistorio ha roto relaciones

Almeida, durante una de sus intervenciones.
Almeida, durante una de sus intervenciones.AYTO. MADRID
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Al contrario de lo que pudiera sugerir su encabezado, «Parte de información, impulso y control», el primer epígrafe de cada Pleno del Palacio de Cibeles tiene por costumbre llegar acompañado de una sonora batería de fuegos artificiales. Quizá sea el término «impulso» el que pueda confundir al personal. Quién sabe. El caso es que, ayer, como suele ser ya casi norma entre los muros del Ayuntamiento de Madrid, la sesión despertó a golpe de improperio. Con el grupo municipal de Más Madrid uniformado con camisetas negras en recuerdo a las víctimas de la pandemia en las residencias madrileñas. Y con su líder, Rita Maestre, tratando de atraer un foco político que, desde hacía 11 días, apuntaba fijamente a la otra mano izquierda del gran salón municipal, la portavoz del PSOE, Reyes Maroto.

Ayer, ni siquiera hizo falta que tomase la palabra. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, había tocado a rebato desde el mismo instante en el que Reyes Maroto se refirió a las muertes en residencias durante la pandemia como «asesinatos». El mismo motivo por que el Consistorio anunció que rompía relaciones con el grupo municipal socialista. Y la causa, también, de que, durante el turno de palabra del regidor, hubiera una montaña de papeles con fotografías que, salpimentadas con un afilado discurso, encabezasen la ofensiva (una más) sobre la número uno del PSOE en Ayuntamiento, que aguarda la querella de la Comunidad de Madrid. Un día más de turbulencias para quien fue Ministra de Industria, Comercio y Turismo con Pedro Sánchez durante cinco años (2018-23) y que, casi desde su primer episodio en Cibeles, el de aquella caricia de su concejal Daniel Viondi al alcalde, es la diana favorita de los populares.

En esa baraja de cartas de Almeida había estampas de su etapa ministerial, cuando habló de que el volcán de la Palma era un «reclamo turístico» que había que aprovechar, o de aquella entrevista con GRAN MADRID, en el otoño de 2023, en la que, en plenas negociaciones de Sánchez para formar Gobierno, dejó un titular que aún hoy le sigue acompañando: «Con Bildu mejoramos la vida de los españoles».

«La trayectoria política de la señora Maroto se puede definir de la siguiente manera: desde la incompetencia a la indecencia, pasando por el ridículo y la corrupción», fue uno de los elogios que el alcalde le regaló. Entre medias, los «42 mensajes a Aldama» y el recuerdo de su presencia en la comisión de investigación del Senado por el caso Koldo. «Pida disculpas por lo que hizo. Hasta ahora, sólo ha dicho que se retracta. Pida disculpas de verdad», reclamaba desde el púlpito, antes de que Maroto, confirmada por el nuevo responsable socialista en la región, Óscar López, y única candidata a la secretaría del PSOE Madrid Ciudad, recogiendo el testigo de Mercedes González, tratase de devolver el golpe.

Pepu Hernández, Mar Espinar...

A Reyes se le viene culpando recurrentemente desde el flanco contrario de esa metamorfosis que ha sufrido Cibeles. Para ello incluso adulan a Rita Maestre, con la que convivieron previamente durante ocho años (cuatro como oposición a Manuela Carmena). «Su estrategia de traer la crispación y la confrontación al Pleno supone una falta de respeto a los madrileños. Y con sus amenazas no van a conseguir que se reescriba la verdad de lo sucedido en las residencias durante la pandemia», era la réplica de la edil socialista, con la sombra de Enma López, que fue su directora de campaña electoral, en plena efervescencia dentro del partido. En la formación hay quien mira a la concejala gallega, reclutada para la Ejecutiva nacional del PSOE, con mejores ojos que a la actual jefa de filas. En principio, Maroto será la aspirante a los comicios de 2027.

Almeida contempla a Maroto, durante el Pleno.
Almeida contempla a Maroto, durante el Pleno.AYTO. MADRID

A diferencia de lo que ocurrió hace no tanto con Pepu Hernández o con Mar Espinar, actual portavoz socialista en la Asamblea tras la decapitación de Juan Lobato, el gesto en la bancada popular se tuerce con Reyes Maroto, que incluso ha llegado a ser reprobada en el Pleno (ocurrió en el último Pleno de 2024). Una escena impensable con ninguno de sus predecesores. Y se tuerce, lógicamente, por ser la elegida de Pedro Sánchez y, también, su escudera en la capital. Hay quien subraya que incluso más que el delegado del Gobierno, Francisco Martín, que suele cargar con frecuencia sobre todo lo que se mueve entre Sol y Cibeles.

Pero a Reyes Maroto le acompaña desde hace tiempo la sombra de algunos de sus deslices verbales. De sus gestos y de sus palabras mal medidas -léase el volcán de La Palma, el lavado de cara a Bildu o esa última calificación de «asesinatos» a lo sucedido en las residencias madrileñas- en momentos poco oportunos. Con esas estampas que ha ido dejando en el camino y que, ayer, eran rescatadas por Almeida para lanzar una nueva ofensiva contra ella. Porque cobrarse esa pieza, la de Reyes Maroto, sería lanzar un pellizco a La Moncloa.