Vamos a decirte qué cosas tener en cuenta al comprar un cable USB tipo C, porque aunque es un formato de tamaño estándar, no todos los cables son iguales. Por eso, si estás buscando uno de estos cables para uno o varios de tus dispositivos, conviene fijarte en una cosa para no comprar uno que no te sirva o sea peor de lo esperado.
Por eso, voy a intentar explicarte de una manera breve las cosas en las que conviene fijarse al tomar una decisión. No son mandamientos ni nada que haya que cumplir a rajatabla, sino consejos para intentar que la compra tenga más posibilidades de salir bien.
Índice de Contenidos (9)
- Hay tres tipos de cable
- Ten cuidado con las marcas blancas
- Fíjate en la velocidad de transferencia
- Fíjate en su capacidad como cargador
- Cuidado si el cable tiene dos tipos de conector
- Elige bien la longitud del cable
- ¿El peso del cable influye?
- Cuidado con los cargadores magnéticos
- Cuidado con los viejos cables de casa
Hay tres tipos de cable
Lo primero que tienes que saber es que puedes encontrar tres tipos de cable diferentes cuando te pongas a buscar un USB-C. Por ejemplo, hay algunos que han específicamente fabricados para la carga, con soporte de tecnologías como el Power Delivery con la que priorizar la transmisión de energía por encima de los datos..
También hay cables activos diseñados con componentes electrónicos para amplificar la señal, algo que encontrarás en cables más largos de lo normal para que no pierdan rendimiento. Y por último están los que combinan todas las tecnologías, los más versátiles y con las funciones completas tanto para transmitir datos como para vídeo o carga. No es que los demás no puedan hacerlo todo, pero estos de entre 0,8 y 3 metros pueden hacerlo todo de forma equilibrada.
Ten cuidado con las marcas blancas
El USB-C es el factor de forma de unos conectores, pero por dentro del cable puede haber muchas tecnologías. Durante los años, ha habido distintos estándares USB que han usado estos conectores de Tipo C, y dependiendo del que tenga el cable que vas a comprar la experiencia y la velocidad de la conexión serán mejores.
Por eso, si en la caja o descripción del producto no ves datos de velocidad, entonces es mejor que no te arriesgues, o podrías acabar con un USB-C que usa estándares algo viejos y no sea demasiado rápido. Aunque sean más caros, también ofrece más garantías apostar por marcas de renombre que se preocupen en ofrecer siempre un mínimo de calidad, como Anker, Apple, Ungreen o Baseus.
Fíjate en la velocidad de transferencia
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Como te hemos dicho en el punto anterior, existen varios estándares de USB y tecnologías de transmisión de datos que usan conectores USB-C. Por eso, si vas a comprar un cable es importante que busques uno con la mayor velocidad de transferencia de datos posible. Incluso si ahora crees que no necesitas tanto, conviene que el cable sea a prueba de futuros.
Por eso, lo mejor en este caso es elegir un cable Thunderbolt o con el estándar USB4, que son los que ofrecen velocidades de conexión de hasta 40 Gbit/s. Para asegurarte de esto, tendrás que buscar en la caja la velocidad de transmisión para ver si es el USB correspondiente, o fijarte que tenga el dibujo de un rayo que indica que es Thunderbolt.
Eso sí, recuerda que son un poco más caros, pero realmente merece la pena gastar un poco más en cables con certificación Thunderbolt o USB4 y saber que estás exprimiendo al máximo sus capacidades. Incluso si el dispositivo donde lo vas a usar tiene un USB-C con menos capacidades, al menos será un cable a prueba de futuro.
Fíjate en su capacidad como cargador
Si vas a comprar un cable USB-C y un cabezal para usarlos como cargador, conviene que te fijes en la potencia de carga que recomienda el dispositivo y la del cable, además de la del cargador. La cosa es que si tu móvil acepta cargas de 20 W, por ejemplo, te asegures de que tanto el cable como el cabezal con el que lo enchufas a la corriente soporten esas potencias para que la carga no sea demasiado lenta.
Cuidado si el cable tiene dos tipos de conector
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Los últimos estándares de USB usan solo conectores USB de tipo C. Por eso, si estás pensando en comprar un cable que por un lado sea Tipo C y por el otro sea un USB A de los grandes de toda la vida, debes saber que será un cable con mucha menos velocidad de transferencia.
En estos casos, si no quieres comprar un cable que solo sirva para usarse con dos conectores diferentes, puedes comprar un cable que por ambos lados sea USB-C, y luego mirar si hay adaptadores. Así, tendrás un cable de buena velocidad que puedes usar de varias maneras.
Elige bien la longitud del cable
Esto debe aplicarse a cada cable que debes comprar, porque es importante que elijas bien la longitud que necesitas. Aquí, si lo compras demasiado largo puede ser incómodo de manejar, pero siempre será mejor que comprarlo demasiado corto y que no llegue bien en algunos contextos.
¿El peso del cable influye?
Aunque pueda parecer una patraña o una tontería, el clásico método de la abuela de comparar el peso de los cables es una acción legítima. Esto es así porque los cables de mayor calidad suelen construirse con calibres de cable más gruesos para proporcionar una señal más limpia.
Y claro, un mayor grueso repercute en un mayor peso de los componentes, aunque la funda que lo recubra también puede variar. Pero claro, un cable que pesa más no va a ser siempre mejor, ya que lo mejor es buscar sus especificaciones técnicas, sobre todo si lo compras en Internet. Pero si hay dos que aparentemente son iguales por dentro pero uno pesa más... tenlo en cuenta.
Cuidado con los cargadores magnéticos
Hay algunos adaptadores de punta magnética que se pueden poner en un cable USB-C para cargar tu móvil por trasnsferencia magnética. Vamos, que en vez de conectar el cable al conector, lo dejas pegado en la parte trasera o donde tenga el adaptado. Esto no es una buena idea.
Algunos de estos adaptadores no ofrecen una protección contra daños por maña conexión, y otros no tienen protecciones contra cortocircuitos. El estándar USB-C ha sido diseñado para conectarse por un puerto USB-C, y tiene sistemas para cortar el suministro de energía si se detecta la retirada del cable. Con un cargador magnético la desconexión es más rápida, y puede provocar algunos daños.
Cuidado con los viejos cables de casa
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Si tienes por casa un viejo cable USB-C, debes tener cuidado con él. Con el paso de los años estos estándares no solo han mejorado en velocidad, sino que han mejorado en seguridad, por lo que uno viejo puede ser peligroso. Por eso, vale la pena gastarse unos euros en un nuevo cable si los que tienes cuentan ya con unos años a sus espaldas.
No es que vayas a conectar el móvil y vaya a explotar, sino que puede dañar componentes un poco más rápido, o puede no proteger tanto el móvil ante las subidas de tensión. Por eso, sobre todo cuando los vas a usar con dispositivos que te han costado mucho dinero, más vale prevenir que curar.
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