Trabajar en casa parece el sueño de muchos. La panacea. Pero es algo que no todo el mundo puede permitirse, algo que muy pocas empresas ofrecen en España. Y es que nuestro país está muy por debajo de la media europea: apenas un 7,4% de los empleados ejerce teletrabajo.
Aunque, ojo. Porque el trabajo en remoto tiene sus aristas, sus más y sus menos. Es mucho más que trabajar en pijama por simple placer. Hay quién no elegiría esta manera de trabajar, y quién la defiende a ultranza.
Precisamente, nosotros hemos charlado con tres personas que han encontrado en el trabajo en remoto la mayor de sus “suertes” laborales. Han encontrado no la mejor, sino la única manera de trabajar. Personas a las que habría que ofrecerles el oro y el moro por volver a pisar una oficina.
Tres mujeres “radicales del teletrabajo” (aunque prefieren definirse simplemente como acérrimas defensoras) de tres sectores muy distintos. Una trabajadora de Google. Una madre que buscó la manera de poder cuidar de su pequeña montando su propio estudio de sonido en casa. Una traductora que ha encontrado la fórmula perfecta de desarrollar su carrera profesional desde su rinconcito.
Tres mujeres cuyo hogar es también su puesto de trabajo. Y no lo cambian por nada.
¿Quién hay detrás de estas teletrabajadoras? La (breve) historia de tres mujeres

Violeta Delgado es coordinadora de marketing en un proyecto de Google y tiene 31 años. Nació y creció en Barcelona aunque ahora reside en Sofía, Bulgaria, desde hace 2 años y medio.
Estudió comunicación y marketing y, sí, trabajó durante un tiempo en el sector retail en Barcelona, con un horario completamente “al uso” de lunes a viernes. Nunca se había planteado trabajar desde casa hasta que, poco a poco, comenzó a ver que era un mundo de lo más atractivo.
Hemos conocido también a María Rivero, traductora italiano <> español y redactora de contenido digital. Nació en Salamanca, se licenció en Filología Italiana y vivió en varias ciudades de este país.
Trabaja en casa desde octubre de 2012 aunque su primer trabajo fue en “oficina”, impartiendo clases de italiano y español para extranjeros en una academia de idiomas. Ahora, no lo cambia por nada.
Por último, hemos hablado con Silvia Torrico, 31 años, de Madrid. Licenciada en Comunicación Audiovisual, fue dando “tumbos” por diferentes productoras, formándose de diferentes maneras una vez acabada la carrera. Hasta que decidió ser madre. Y fue entonces cuando quiso hacer de su casa su único e insustituible lugar de trabajo a través de FlycaseMedia.
Google, sonido, traducción y redacción: tres perfiles distintos con muchas similitudes
Tres perfiles completamente diferentes pero con muchas similitudes. Y es que el teletrabajo puede llegar por casualidad o por predisposición, por conciliación. Como comentábamos en el caso de Silvia, decidió junto con su marido (también locutor y doblador) montar un estudio de sonido en su propia casa.

“Como queríamos formar familia, esa sería la mejor manera de compatibilizar mi trabajo con ser mamá. Así que eso hicimos, nos liamos la manta a la cabeza: montamos el estudio en casa y nos quedamos “embarazados”, recuerda.
En el caso de María y Violeta, llegaron al "mundo" del teletrabajo más por pura casualidad que por empeño. Pero ahora tienen motivos más que suficientes para mantenerse trabajando de manera remota de forma indefinida. Probablemente para siempre.
Violeta, como parte de un proyecto de Google, comenzó siendo parte del equipo de Business View, y dentro de ese proyecto tenía un horario flexible. Pero como no tenían portátiles en ese momento, ya que se trataba de un trabajo presencial y en equipo, tenía que ir cada día a la oficina. Sin embargo, pese a estar en Bulgaria, su mercado era España y América Latina. Algo que comenzó a hacerle plantearse ciertas cuestiones.
“Vi que en otros proyectos tenían laptops, y que la gente no siempre estaba allí, pero seguían trabajando. Al no estar viviendo en mi país, me pareció una muy buena solución para mi situación personal, el no tener que estar siempre en Sofía atada por el trabajo”, nos cuenta.
Así que comenzó a pensar que si ella también alcanzaba esos proyectos, podría trabajar algunos días desde Barcelona para estar con su familia o para no tener que gastar días libres si tenía que hacer alguna gestión en su ciudad.
“Los proyectos con “home office”, se correspondían a posiciones más altas, así que he trabajado durante dos años para poder tener esta facilidad”. Y lo ha conseguido.
Charlando con María, creadora del blog Sobrevivir a Trabajar en Casa, ella nos cuenta que al principio sus oportunidades laborales como traductora no eran muchas. Ella comenzó en el trabajo desde casa como algo temporal, a la par que buscaba algo estable. ¿Convenciones sociales? Puede ser.
Sea como fuere, María supo aprovechar la experiencia que había adquirido en las tareas de soporte y apoyo en algunas empresas para comenzar a buscar nuevos clientes por su cuenta, sentada en el sillón de su casa.
“El resultado fue mejor de lo que esperaba y empecé a tener trabajo de forma continua. Desde entonces trabajo en casa, hay temporadas de alta demanda y otras más flojas, pero nunca me han faltado proyectos, ni ingresos a fin de mes”, reconoce satisfecha.
“Solo veo ventajas a trabajar desde casa”

Independientemente de cómo llegaron hasta aquí, hasta el teletrabajo, la realidad es que ahora prácticamente lo único que ven son ventajas. Y por eso es tan complicado que vuelvan a tener un puesto de trabajo “al uso”.
La principal ventaja para Silvia Torrico, lógicamente, es estar su hija. Puede disfrutar de ella al 100% sin tener que renunciar a su vida laboral.
“A los 20 días de nacer mi hija yo ya estaba trabajando, de hecho tengo fotos muy graciosas con mi bebé recién nacida encima de mí mientras yo estaba grabando en el estudio o haciendo la postproducción de sonido de algún proyecto”, nos cuenta.
Otra de las ventajas que Silvia destaca del teletrabajo es que puede elegir los proyectos en los que realmente quiere trabajar. Ella gestiona su trabajo y puede elegir aquello que realmente le compense, tanto económica como creativamente. “Además, no tengo que lidiar día a día con compañeros de trabajo”, apunta.
Violeta interviene y es tajante: “Sólo veo ventajas. Siento que mi empresa confía en mí, y me dan opciones que hacen mi vida más fácil. Así trabajas con muchas más ganas y motivación, mucho más que en una empresa en la que no te valoran, o en la que te sientes atado en cierto modo”, comenta.
Y precisamente esa sensación de no sentirse atado, de tener libertad, es también la mayor ventaja que tiene el teletrabajo a ojos de María. “Me gusta poder elegir a empresas y clientes con los que trabajo. Disfruto mucho del proceso de captación de nuevos clientes, las negociaciones iniciales, el cálculo de presupuestos…”, nos cuenta.
También la libertad para viajar y organizar viajes. El teletrabajo le permite olvidarse de escapadas de fin de semana, ya que se lleva el portátil y trabaja donde sea.
“De hecho, he trabajado estando de vacaciones en Roma, en París o en Santander. Por las mañanas, trabajo; por las tardes, visitas turísticas”.
¿Qué tendrían que ofrecerte para volver a trabajar en una oficina?
Con todas estas ventajas, nos preguntamos (y les preguntamos a ellas) qué tendrían que ponerles sobre la mesa para volver a trabajar en una oficina. Dejar su casa y volver a acudir, cada día, a un puesto de trabajo fijo.
Violeta asegura que quizás, algún día, podría volver a aceptar un trabajo de oficina “estático”… pero las condiciones, o el plan de carrera, tendrían que ser realmente muy buenos. “Por un salario un poco más alto, sin más, no me sale a cuenta perder esta comodidad”, sentencia. Vamos, algo complicado.

María reconoce que ya se ha acostumbrado a un tipo de trabajo que denomina por “tareas y objetivos”. Asegura que en una oficina hay que calentar la silla porque hay que cumplir horarios, mientras que ella tiene un proyecto y una fecha de entrega, de tal manera que organizarse su tiempo es cosa suya con tal de que en la fecha indicada el cliente tenga lo pactado.
“¿Qué empresa podría ofrecerme esa libertad y esas ventajas? Quiero decir, que no se trata solo de flexibilidad horaria, sino también de calidad de vida y de ahorro en dinero y en tiempo”, se plantea.
Silvia lo único que busca es libertad de horarios para poder compatibilizar su trabajo con su vida personal, con su bebé.
“Eso a día de hoy en cualquier empresa resulta muy complicado. Para que yo volviese a una oficina, tendrían que ofrecerme una flexibilidad horaria continua”. Esa es su única exigencia.
Un día teletrabajando: “mi bebé gatea a mi alrededor mientras yo trabajo”
No podíamos pasar con estas tres profesionales de diferentes sectores, sin preguntarles cómo se organizan en un día normal trabajando desde casa. Dónde tienen su pequeño lugar de trabajo (si es que tienen uno fijo). A qué hora se levantan. A qué hora dejan de trabajar.
En el caso de Silvia, su estudio de sonido está en la planta inferior de su casa, donde tienen una cabina de grabación y un control. “Mi bebé gatea a mi alrededor mientras trabajo”, nos comenta divertida.

Su marido y ella se organizan la agenda semanal para compatibilizar el trabajo y cuidar de su hija. “Desde que somos padres, hemos aprendido a ser mucho más productivos de lo que ya éramos”, asegura.
En cuanto a horarios, reconoce no tener uno fijo, si no que depende más bien del proyecto en el que esté trabajando y la carga de trabajo que tenga. Así, cada día es distinto.
Violeta se organiza de una forma completamente opuesta: tiene unos horarios completamente marcados. Se levanta a las 8 y media, hasta las 10 o 10 y media no comienza a trabajar, para a las 3 a comer y continúa hasta las 7 o 7 y media. Así, cada día.
“No parto el día o la faena con “recados”, no me gusta dividir el trabajo, y pienso que no es bueno para el rendimiento, aunque creamos que no afecta. Intento trabajar 8 horas seguidas, parando una para comer, tal cual lo haría en la oficina”, nos explica. Eso sí, no tiene un lugar de trabajo marcado. Asegura que con una mesa y su portátil, es más que suficiente.
En cuanto a la forma de tomarse el teletrabajo de María, llama nuestra atención que ella misma hasta se pone horario de invierno y de verano. Tal cual.
“Necesito horarios y zona de trabajo, y soy muy estricta al respecto. A pesar de la libertad creo que los horarios y las rutinas ayudan a hacer más llevadero el día a día trabajo en casa. ¡Hasta tengo horario de invierno y de verano!”.
Horarios que asegura son necesarios para separar vida y trabajo en el hogar, para que su entorno tenga referencias de cuando estará disponible, pero también para que las empresas sepan que cierra a una hora y que hasta el día siguiente no está disponible.
Definirte como “radical del teletrabajo”

Antes de acabar y después de todo esto que nos han contado, queríamos preguntarles si se definirían como una especie de “radicales del trabajo”.
Y aunque las tres comentan que es una palabra un poco fuerte, reconocen ser unas acérrimas defensoras a las que es ya prácticamente imposibles sacarlas de este modo de vida que han adoptado.
“La verdad, es que estoy encantada trabajando en casa y tendrían que ofrecerme un buen puesto para que deje mi estudio y mi proyecto. Tenía muy claro que quería ser mi propia jefa y gestionar (junto con mi marido que también es mi socio) mi propio trabajo. Y eso es lo que hago, organizo mi tiempo entre mis proyectos y mi bebé”, cuenta Silvia.
Violeta se refiere al ámbito empresarial y asegura que hoy en día todo está descentralizado. “Puedes tener tu oficina en una ciudad, pero a lo mejor tu mercado final está en otro país. ¿Qué sentido tiene entonces, estar atado a una oficina? Sólo son costes estructurales para las empresas… En muchos casos, el trabajo de los empleados, no va ligado a su ubicación”, sentencia.
María dice que no se puede ni siquiera imaginar volviendo a una oficina y fichando todos los días. “No sé si podría renunciar a trabajar en casa, la flexibilidad y la comodidad son adictivas”.
Quién lo diría: adicción al (tele) trabajo.
Imágenes: Silvia Torrico, María Rivero, Violeta Delgado
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virusaco
Tengo la posibilidad de trabajar en remoto cuando se me apetezca, pero las relaciones sociales diarias con mis compañeros son las que hacen más amenas el día.
Las ocasiones en las que he estado en casa me he sentido cómodo, relajado, a gusto, pero aislado, encerrado y solo. El día se me hace más pesado.
No sé, supongo que hay gente que valora más trabajar en su propia casa a estar con los compañeros de trabajo. Yo no podría. Las risas, buenos ratos y conversaciones de mesa son sin duda para mi el mayor valor de mi trabajo. Y tengo la posibilidad de irme a casa cuando quiera y sin dar explicaciones.
Salu3
TOVI
Hay que tener mucha disciplina para trabajar en casa. No todo el mundo vale.
palsanz
Pues yo solo veo inconvenientes.
Si trabajara desde casa mi concepto del mundo solo se vería retroalimentado desde mi habitat normal, en cambio trabajando en la oficina socializo con gente que seguramente no lo haría fuera de ella enriqueciendome mediante otras perspectivas.
lolo_aguirre
Creo que el artículo mezcla dos conceptos distintos. Uno es trabajar desde cada y otro tener un horario flexible. Conozco gente que trabaja desde casa pero tiene que estar de 9 a 17:30 para videollamadas y colaborar con compañeros. Y gente que trabaja en una empresa cerca de casa que tiene cierta libertad para salir a llevar a los niños al colegio, o para hacer algún recado, o para entrar o salir a distintas horas.
Cuando tengo mucho trabajo prefiero estar solo para concentrarme, pero cuando el proyecto es más tranquilo y dependes de llamadas de cliente la parte de socializar es muy importante. Aparte de que el salir de la oficina y cambiar completamente de entorno ayuda bastante a desconectar.
Usuario desactivado
El trabajo no es solo hacer lo que tienes que hacer, es relacionarte, entablar conversaciones, ser sociable... Pégate toda una vida trabajando en casa, sin salir de ella excepto para ir al gym, recoger a los niños y cosas de la vida cotidiana. Estate todo ese tiempo sin hablar cara a cara con tus compañeros, establecer vínculos con tus jefes... A ver cómo acabas cuando tengas 60 años.
reiizumi
El artículo se centra en exclusiva a lo bueno, pero deja al aire todo lo demás.
Yo llevo casi 6 años trabajando desde casa y las ventajas son estas:
- No hay trayecto para ir/volver al trabajo, es tiempo y dinero que ahorras.
- Mientras tengas internet, puedes trabajar donde sea, no estás atado a una ciudad.
- Tienes más flexibilidad horaria (hasta donde permita tus proyectos/clientes), pudiendo cambiar de horario fácilmente.
- Si un día no va la cosa como esperas, puedes plegar y seguir otro día, incluso en festivo, la "oficina" nunca está cerrada.
- Al estar en casa, puedes unificar más tu vida personal con la profesional.
Y las desventajas:
- O regulas un horario fijo, o tu vida pasa a ser un desastre. Y esto incluye no trabajar en pijama, sin darte cuenta, destruirás más de lo que crees.
- Si no vigilas, acabas haciendo más horas (y te piden más horas), abandonando tu vida personal (aunque igual no te das cuenta).
- Tus compañeros están lejos, aunque hay sistemas de hablar remotamente, no "ves" a nadie.
- Si tu vida personal no te permite concentrarte (o consideran que por estar en casa estás disponible para cualquier cosa), simplemente no puedes trabajar desde casa.
- Mientras tengas internet, puedes trabajar donde sea, incluso de vacaciones, en festivos, mientras estás de viaje, ... lo que sea, y lo harás.
- Si un día es malo, tu oficina es tu casa, no puedes "salir" de ella y volver a casa para "olvidar ese mal día", tu casa te lo hará recordar, y eso se acumula día a día.
- La oficina ocupa un espacio en tu casa, así que tienes que adaptar una habitación para ello, tener silla, mesa, pantallas, elevador, teclados, sistema de calefacción/frío, etc etc. Todo esto cuesta dinero y hay que ir actualizando/manteniendo. La foto de Violeta que dice poder trabajar en cualquier lado me parece absurda, 8-12h en esa silla es un horror, un espacio REAL de trabajo cuesta miles de € que salen de tu bolsillo.
freehall
Este tema siempre será totalmente subjetivo, no hay nunca dos situaciones iguales. En mi caso personal llevo toda mi vida laboral (20 años) haciéndolo desde mi casa, simplemente porque me parece la mejor forma de "tener vida" (contrario a lo que leo en los comentarios de formar tus relaciones personales en la oficina). Como diseñador e ilustrador desde esos tiempos (finales de los noventa) se ha podido trabajar para todo el mundo desde la comodidad de tu casa, dándome la libertad de hacer cualquier otra cosa que se me ocurra sin depender del permiso de alguna empresa para hacerlo. Por ejemplo, recién tuve una gira por Europa con mi banda de rocanrol durante dos meses, algo impensable en un trabajo fijo de oficina.
guilleid15
Con el sedentarismo a tope, ehhh!!! Luego nos miramos cuando hay problemas relacionado con la salud y demas cosas...
Rooben
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cefalopodo
La verdad no parece tener un trabajo de responsabilidad para permitirse tener al bebé al lado . Si realmente trabajas desde casa no te da para atender a nada más y al menos en mi experiencia curras más horas , aunque lo prefiero.
Usuario desactivado
Trabajo desde la casa hace ya dos años, y si, es fácil la vida, muy cómoda, sin horarios, sin usar transporte, y comes cuando quieres, incluso puedes darte el día libre si hay una actividad interesante, ya que luego repones el tiempo, pero también es cierto que puede llegar a ser solitario a pesar que tengo a mi esposa a la par, Ya que ella pasa en sus tareas y yo en las mías, lo que estoy pensando es comprar otras dos computadoras y contratar ayudantes un medio tiempo. Quizás sea una solución.
aswered
Así como el que no quiere la cosa @vanesamquesada ¿ Porque se ha seleccionado a 3 mujeres y a 0 hombre para hacer este articulo?¿Acaso solo las mujeres pueden "teletrabajar" o tienen derecho a ello?¿ Solo ellas lo hacen? ¿ No habría sido mas equitativo seleccionar 1 hombre y 1 mujer o 2 hombress y 2 mujeres?
mothertrucker
Hay roles que son mejores que otros para trabajar desde oficina o casa. Además, no todo el mundo puede trabajar en remoto. Sino pregúntenle a una enfermera. Para el que se lo pueda permitir, tal vez lo ideal es algo mixto, ir a la oficina de vez en cuando para ver gente e intercambiar ideas. No hay que olvidar que somos seres que hemos evolucionado en sociedad. Estar todo el día en casa encerrados puede estar bien por un tiempo, pero si no socializas un poco en tu organización, al final puedes quedar muy margen (a no ser que toda la organización opere de esa manera, he visto algunas). Ir todos los días a un sitio en horario fijo está siendo cada vez más impopular en muchas partes del mundo civilizado. No tiene mucho sentido tener un trabajo en el que usas internet todo el día y tener que ir a una oficina para que te vean hacerlo, ¿no? Es como tener un cenicero en una moto. Internet es igual a deslocalización, aunque eso no significa de que tengas que ser un hermitaño.
piter_parking
yo prefiero algo intermedio.
Empresa con horario flexible.
Trabajé durante más de un año desde casa, y como ha comentado alguien, sí, estás en tu casa, pero aislado y solo. A mi al final me terminó aburriendo muchísimo, ya que terminas la semana como enjaulado siempre en tu entorno.
Ahora trabajo en una empresa con horario flexible, y al menos para mi, mucho mejor, ya no es levantarme e irme al escritorio mientras desayuno y pasarme la mañana solo en casa después de que mi pareja salga a trabajar y a la vuelta me explique todo lo que ha hecho o lo que le han comentado sus compañeros. xD.
Si volviera a trabajar en remoto o autónomo, creo que me alquilaría un pequeño estudio fuera de casa.
Usuario desactivado
Ya todas autonomas o freelance...que lo hagan por cuenta ajena a ver cuantas estaban así...
konamiman
Si queréis leer una cuarta historia de un "radical" del teletrabajo, aquí cuento la mía (programador en Stack Overflow desde hace un año): https://konamiman.blogspot.com.es/2016/07/un-mallorquin-en-la-corte-del-rey.html
necroid
Lo que veo es que aquí nadie se da cuenta es que con teletrabajo lo que la empresa hace es transmitirte gastos, ya que pierdes el derecho a pagarte transporte o dietas, la luz la pones tu...... generalmente también la conexión. El teletrabajo es muy rentable para las empresas menos luz oficinas más pequeñas (nadie se pregunta cuanto cuesta el alquiler de una oficina en el centro)
abeljus
Yo creo que se suele confundir 'teletrabajo' (o 'trabajo remoto') con 'trabajar desde casa'.
Para mi la mayor ventaja del teletrabajo es abrir el mercado laboral y poder acceder a puestos fuera de tu ciudad sin tener que cambiar tu residencia.
Considero que esto es una ventaja tanto para los trabajadores (actualmente mucha gente se tiene que mudar a ciudades grandes para acceder a un empleo), como para las empresas, que tienen un abanico mucho más amplio para buscar empleados.
Sin embargo el teletrabajo no tiene porque implicar trabajar desde casa. En mi caso trabajo para una empresa de otro país, pero compartiendo oficina en un espacio de coworking con otros compañeros en mi ciudad, fundamentalmente porque considero que es un entorno más adecuado para mi.
augus1990
Cuando no conseguis este tipo de trabajos y tenes que comer, vas a aceptar un trabajo sin siquiera pensar en si es remoto o no.
gsm_atack
No se puede extrapolar un caso a otro, tengo un amigo que sus compañeros de los proyectos en losque trabaja se encuentran a miles de kilómetros y nunca se han visto en vivo . Tienen oficina con 10 pesonas pero trabajan no por horas sino por proyectos y tienen la libertad de ir o quedarse en casa - porque lo importante son los resultados.
Usuario desactivado
Trabajo en una pequeña Consultoría Informática y actualmente somos tres personas que trabajamos cada uno en su casa, el gasto de alquilar una oficina de momento no lo vemos y preferimos que vaya a nuestras nominas ya que en nuestro trabajo es raro que ningún cliente venga a vernos a nosotros y si nosotros a visitarles a ellos.
Yo tengo un horario de 8 a 14 y de 15 a 18 y tardes de los viernes libres, así que ahora mismo estoy trabajando en el "despacho" de mi casa y cuando digo "despacho" digo el sitio que tengo habilitado para ello al cual acceso solo en mi horario laboral.
Sobre el tema de las relaciones no tengo ningún problemas, a parte de las salidas de atención técnica y reuniones con los clientes con mis otros dos compañeros tenemos Skype Empresaria o Teams y solemos estar muchas horas con una "reunión virtual" donde hablamos de trabajo pero también a veces de los típicos "cotilleos" de cualquier oficina.
¿Me gustaría trabajar en una oficina frente al trabajo en casa? Pues en general no, aunque reconozco que a veces necesitamos estar juntos y para ello tenemos soluciones como alquiler de salas de coworking. Si las cosas nos siguen bien como hasta ahora es muy posible que tengamos que ampliar la plantilla técnica y tener un pequeño stock así que en ese momento si nos plantearíamos tener una pequeña oficina, pero os aseguro que seguiré trabajando en casa muchos días porque se es mucho mas productivos según ciertas tareas.
yopli2k
Este artículo es antiguo, ahora nos dedicamos a modificar un par de párrafos y "venga" ya tenemos otro artículo. Llega el veranito ...
hypoluxa
Mi padrastro desde hace años trabaja en casa,tiene la ventaja de que mi madre siempre esta con él,así que es mucho más agradable y llevadero trabajar en casa,no se estresa por el horrible transporte de la ciudad de México,come más a gusto y sin gastar más de la cuenta,yo lo único que veo son ventajas,casi siempre esta en pijama y tiene pequeños descansos en los que baja a ver la televisión o escucha música,se pone a tocar el bajo electrico,etc,haha,el único problema es que ha subido un poco de peso.
abeljus
Siempre que se hace un artículo sobre este tema se comete el mismo "error" (desde mi punto de vista):
Teletrabajo NO ES trabajar en casa!!!
gmnemesis
Actor de doblaje, no doblador!!
j1982
Creo que para que el teletrabajo se pueda llevar de manera razonablemente bien uno debería ser capaz de varias cosas:
1) Tener un espacio físico de trabajo separado de los lugares de ocio/descanso de tu casa.
2) Ser muy organizado en cuanto a horarios y marcarse todos los días una hora de inicio y final.
3) Buscar la productividad al máximo trabajando, cuando sea posible, por objetivos a corto y medio plazo.
butacas
A mí también me parece la mejor forma de trabajar y sin duda la defiendo al máximo. Cada uno se sabe lo suyo ¿no? Saludos...
csycs
Vanesa gracias por este artículo. Estoy al borde de morir de aburrimiento en el trabajo, y ver que hay gente que ha logrado salir del clima postureta improductivo de la oficina para establecer su orden laboral productivo en casa es realmente esperanzador. Me encantaria poder lanzarme a hacerlo pero antes creo que me tocará seguir calentando silla hasta posicionarme bien y tener algunos contactos para poder lanzarme algún dia.