Antes de que Donald Trump asuma el cargo el 20 de enero de 2025, Biden le ha dejado preparada una hoja de ruta para la energía nuclear. Con cambios o no, ya se verá, ambos gobiernos se entienden en cuestiones de energía nuclear.
La hoja de ruta. El 12 de noviembre, el gobierno vigente de Biden ha publicado una hoja de ruta donde explican el objetivo de triplicar la capacidad nuclear del país para 2050. Esta iniciativa nace a raíz de un acuerdo firmado el año pasado en la COP28.
En el plan de actuación han detallado como desplegaran 200 gigavatios adicionales de energía nuclear mediante la construcción de nuevos reactores, la reanudación de operaciones de plantas y la modernización de las instalaciones existentes. No obstante, también han contemplado para dentro de una década tener una capacidad de funcionamiento de 35 GW.
¿Estará Trump de acuerdo? Durante su primera legislatura, Donald Trump apoyó e impulsó políticas para fomentar el desarrollo de energía nuclear. En ese período aprobó leyes como Nuclear Energy Innovation and Modernization Act, pero recortó presupuesto del Departamento de Energía (DOE) que está ligada a la nuclear.
Para este nuevo mandato, las previsiones indican que el presidente número 47 continuará dando respaldo, ya que en sus mítines anunció que ayudaría a suministrar electricidad a fábricas y centros de datos. Sin embargo, en una entrevista de octubre ha declarado que “se vuelven demasiado grandes, demasiado complejas y demasiado caras”, lo que ha generado incertidumbre en la industria nuclear.
A pesar de estas declaraciones, en julio de 2024, ambos partidos aprobaron la ley Advance que concede a la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos nuevas herramientas para regular reactores avanzados, fortalecer la cadena de suministro y desplegar nuevas tecnologías nucleares.
¿Qué dice el documento que deja Biden? El desarrollo nuclear en Estados Unidos se ha obstaculizado por la falta de mano de obra calificada, el suministro de combustible nacional y la regulación de la infraestructura. En el documento de 36 páginas se describe que el país debe abastecer con energía nuclear limpia y segura.
Entre las recomendaciones se puede leer medidas para la concesión de licencias para reactores de gran tamaño y garantizar el apoyo fiscal a largo plazo. Además, se considera la posibilidad de instalar microrreactores en las instalaciones del Departamento de Defensa.
El futuro de la nuclear en Estados Unidos. La demanda de energía nuclear en los Estados Unidos ha aumentado tras la necesidad de las grandes empresas tecnológicas de este tipo de energía. Además, las principales fuentes de financiación tienen su mirada puesta en la nuclear.
Este año empezaron las grandes compañías tecnológicas a apostar por la energía nuclear. Microsoft fue la primera que firmó un acuerdo para reabrir la central Three Mile Island que había dejado de funcionar en 2019. Después le siguió Google y Amazon para sus centros de datos. Por último, Meta ha sido la última en incorporarse.
Los planteamientos de Donald Trump con la energía nuclear quedan pendientes de revisión hasta comienzos del año que viene, al igual que las medias que va a tomar con las renovables. Análisis de Reuters o Wall Street Journal han explicado que el auge de las energías limpias puede tener sus días contados. No obstante, lo que sabemos hasta ahora es que Elon Musk forma parte de su gabinete y solo queda esperar para saber que ocurrirá.
Imagen | Emma Kaden's photo Flickr y Pixabay
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ahmonge
En Europa hemos intentado relanzar la energía nuclear a gran escala con el EPR, un proyecto francés de nuevos reactores nucleares de alta potencia y seguridad, capaces de generar 1,6 GW de potencia eléctrica (4,5 GW térmicos) por unidad. Pero su historia, que comienza a finales del siglo pasado, ha sido un calvario de retrasos y sobrecostes. El primer reactor construido fue el de Olkiluoto-3, en Finlandia, que tardó 18 años en construirse (2005 a 2023). Le siguió el francés de Flamanville 3 (2007-) todavía no conectado a la red y con el triple del coste previsto y una década de retraso. En Reino Unido hay dos rectores en la central de Hinkley Point C (2017-), también con un considerable exceso de costes y una previsión de puesta en funcionamiento entre 2029 y 2032. Finalmente, el proyecto con más éxito ha sido el de los dos reactores construidos en la central china de Taishan (2008-2018). El primer reactor se conectó a la red eléctrica en 2018, y el segundo, en 2019, aunque el primero estuvo un año parado por problemas técnicos entre 2021 y 2022.
Luego está la gestión de los residuos radioactivos a largo plazo, pendiente en casi todos los países que cuentan con reactores nucleares,
Este tipo de energía a gran escala necesita de inversiones enormes, sobrecostes frecuentes (Flamanville se presupuestó en 3.300 M€ y ya llevan gastados 13.000 M€) y mucho tiempo para su construcción, así que su impacto en la producción eléctrica estadounidense empezará a notarse, en el mejor de los casos, en una década.
sanamarcar
Da igual el en 10 años muertos y los que venga, incluido su hijo que se apañen. https://www.elsaltodiario.com/desconexion-nuclear/un-nuevo-cuento-hadas-frances
Ni es barata, ni es rentable porque pagan al final los pringaos. Eso si unos pocos se forran. Elon a saber que hará con la energía... un CiberTruck 2 :(