En los próximos años, la estación espacial china Tiangong recibirá a su primer tripulante de otra nación, Pakistán. Aunque será una misión de corta duración, representa un cambio de ciclo: China abriéndose a otros países, mientras Estados Unidos se cierra.
El acuerdo. China y Pakistán firmaron el viernes un acuerdo de cooperación para entrenar astronautas pakistaníes y realizar las primeras misiones internacionales a la estación espacial china Tiangong.
China y Pakistán dedicarán un año a partir de mayo a seleccionar astronautas pakistaníes, que serán entrenados en China antes de unirse a sus homólogos del país vecino en el laboratorio orbital para misiones de corta duración.
Los lazos China-Pakistán. Pakistán fue uno de los primeros países en reconocer la República Popular China en 1950. Las dos naciones han seguido estrechando lazos desde entonces, tanto en lo económico como en lo militar y tecnológico: según la CIA, China ayudó incluso a desarrollar el programa nuclear de Pakistán en los 80.
En los últimos años, Pakistán ha buscado mejorar sus capacidades espaciales recurriendo a la ayuda de sus vecinos. En mayo, fue uno de los países que colocaron experimentos a bordo de la sonda lunar Chang'e-6, que terminó convirtiendo a China en el primer país en recuperar con éxito muestras de suelo de la cara oculta de la Luna.
Lo que simboliza Tiangong. China decidió desarrollar su propia estación espacial después de que Estados Unidos prohibiera cualquier colaboración directa entre la NASA y la agencia espacial china (CNSA), impidiendo su participación en la Estación Espacial Internacional.
Tras probar dos prototipos (Tiangong-1 entre 2011 y 2018 y Tiangong-2 entre 2016 y 2019), China lanzó al espacio el primer módulo de su estación espacial permanente en 2021. La estación espacial Tiangong cuenta con tres módulos y está habitada ininterrumpidamente desde 2022, con misiones de rotación de astronautas, primero, cada tres meses, y después, cada seis.
El ocaso de la ISS. Con 16 módulos presurizados (los más viejos, de 26 años), la Estación Espacial Internacional ha sido durante mucho tiempo el máximo exponente de la cooperación entre países. Pero la fatiga estructural empieza a ser un problema y las inversiones en mantenimiento han ido en aumento.
El plan oficial (Elon Musk tiene el suyo propio) es mantener la ISS operativa hasta 2030 y luego remolcarla hasta un lugar seguro donde dejar que se desintegre ingresando en la atmósfera. Roscosmos, la agencia espacial rusa, quiere tener para entonces su propia estación espacial, y la NASA confía en que la ISS sea sustituida por una plétora de estaciones espaciales comerciales.
El futuro de la órbita baja. No son pocas las empresas que están desarrollando estaciones espaciales comerciales para ofrecer servicios de turismo espacial, experimentos en microgravedad y, en definitiva, cubrir el hueco que dejará la ISS a partir de 2030: Axiom Space, Blue Origin, Voyager Space y Airbus...
Pero tampoco le falta ambición a China en las ampliaciones previstas para su estación espacial, Tiangong, que en los próximos años duplicará el número de módulos a seis y empezará a alojar, como hemos visto, astronautas de otros países. Otro hito próximo será el lanzamiento del telescopio espacial Xuntian, previsto para 2026. Compartirá la misma órbita que la estación (a 400 km de altitud) y podrá acoplarse a ella para tareas de mantenimiento y mejoras.
China ocupa el vacío de poder. Cuando la NASA abandone definitivamente la órbita baja terrestre (o la delegue a sus socios comerciales), China estará ahí para ocupar el vacío, abriéndose a otros países para alojar a sus astronautas, aprovechando una dejación de funciones en la cooperación internacional.
No será la primera vez que China ocupe un espacio que Estados Unidos deja libre. Ha ocurrido en la Luna, ignorada por la NASA durante mucho tiempo desde las misiones Apolo, ocasión que la agencia espacial china aprovechó para conseguir hitos simbólicos como alunizar en la cara oculta del satélite y traer las primeras muestras de suelo.
Cambio de ciclo. Con la NASA recibiendo instrucciones de conquistar Marte después de que Elon Musk convenciera a Donald Trump de que la Luna es una distracción, las misiones Artemis de la NASA están en entredicho. Ahora China tiene una oportunidad.
No solo de establecer la "estación espacial internacional de facto" en la órbita baja terrestre, sino también una serie de hitos que la NASA tenía marcado en su calendario de victorias simbólicas. La primera mujer que pise la Luna podría ser china, si Artemis acaba desmoronándose. ¿Y luego la primera estación orbital lunar? ¿Y luego la primera base lunar tripulada? Si hay un cambio de ciclo, China lo va a aprovechar.
Imágenes | Shujianyang, Ministerio de Relaciones Exteriores de China
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