Comunicarnos con nuestros gatos siempre ha sido una tarea compleja. Un estudio ha descubierto la clave: parpadear

  • Un estudio se centró en investigar la reacción de varias docenas de gatos cuando les parpadeamos

  • La conclusión es que es como nuestra sonrisa

gato
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La comunicación humano-perro, y viceversa, es realmente sencilla. Tras miles de años de domesticación y convivencia, perros y humanos nos entendemos casi sin esfuerzo. De hecho, incluso han evolucionado sus músculos faciales y ojospara ser más expresivos y comunicarse mejor con nosotros. Con los gatos, la cosa cambia.

Seguimos desentrañando la domesticación del gato y, aunque están plenamente integrados en nuestros hogares es evidente que aún hay algunos problemillas de entendimiento. Si tienes un gato, sabrás ‘hablar’ con él y leer sus intenciones, pero esa mirada penetrante a veces es un misterio.

Y es entonces cuando parpadeamos lentamente. Y el gato nos imita. Y se hace la magia. El motivo es que es el equivalente a la sonrisa humana, al menos eso indicaron en un estudio.

La sonrisa gatuna

En 2020, un estudio llamado ‘El papel del parpadeo de ojos de los gatos en la comunicación entre gatos y humanos’ exploró cómo este gesto tan habitual en los felinos es un método de comunicación interespecie. Si tienes gato, sabrás de lo que hablamos: ese momento en el que el felino te mira fijamente y, de pronto, parpadea muy lentamente, como casi cayendo dormido para, acto seguido, volver a abrir los ojos plenamente.

No se está durmiendo (bueno, a veces sí), sino intentando comunicarse contigo. Karen McComb es psicóloga de la Universidad de Sussex y comentó que “es algo que muchos dueños de gatos ya sospechaban, así que es emocionante haber encontrado pruebas de ello”. Para tener esa evidencia, el equipo de psicólogos realizó dos experimentos.

El primer experimento incluyó 21 gatos (11 hembras y 10 machos, con edades de entre los cuatro meses hasta los 16 años) de 14 hogares diferentes. Participaron sus dueños -14 humanos- y la instrucción era clara: cuando el gato había comido en su entorno familiar, los dueños debían sentarse a un metro de distancia y parpadear lentamente cuando el gato los mirara fijamente.

En el segundo, se incluyeron otros 24 gatos de ocho hogares diferentes y hubo dos diferencias. la primera y más evidente es que los dueños no eran en esta ocasión los que realizaban el parpadeo: eran los investigadores. Además, después de parpadear, extendieron la mano hacia los gatos.

parpadeo gatos

Las pruebas fueron grabadas, analizadas y los investigadores concluyeron que los gatos parpadeaban lentamente como respuesta al parpadeo inicial de los humanos y, en el caso de los parpadeos por parte de los investigadores, tras el mismo, solían acercarse a ellos para interactuar con la mano. Si no parpadeaban primero, eran menos propensos a acercarse de forma amistosa.

Además, en el análisis de las grabaciones, se dieron cuenta de que los gatos no parpadeaban de la misma manera cuando estaban solos o entre ellos y cuando estaban con un humano que ha parpadeado lentamente en primer lugar. La conclusión de McComb es que es algo que podemos probar con nuestros gatos en casa, ya que “es una gran manera de mejorar el vínculo que tienes con él”. Pero… ¿por qué?

Se barajan tres motivos. El primero es de supervivencia pura y dura: una mirada fija es síntoma de que está alerta. El gato también puede considerar que lo estás, o puedes ser una amenaza, si lo miras fijamente, sin parpadear o parpadeando rápido, por lo que un parpadeo lento lo interpreta como que estás relajado y, al mismo tiempo, él también baja la guardia. Es como una sonrisa amistosa.

Por otro lado, los investigadores consideraron que podía ser una forma de imitación. No es un secreto que los gatos suelen imitar a sus dueños y tienen acciones que consideramos graciosas, pero que simplemente es un intento de copiar movimientos y acciones humanas. Siempre hay dudas cuando se trata de animales como los gatos y, sobre todo, domesticados, porque siempre es posible que los gatos hayan desarrollado esa expresión porque los humanos responden afectivamente cuando lo hacen.

El tercer motivo es que puede haber sido una técnica que los propios gatos han perfeccionado para cortar una mirada intensa, penetrante y potencialmente amenazadora. Si parpadeaban lentamente y les devolvían el gesto, interrumpían una situación incómoda.

Sea lo que sea, los investigadores afirman que, tanto si nos funciona como si no, es interesante explorar estas habilidades sociocognitivas de los gatos porque, tanto si es lo que creemos que es como si no, implica relacionarnos con nuestro gato más allá de las horas de juego o caricias. Y, evidentemente, también tiene implicaciones prácticas.

Si sabemos que los gatos se sienten más cómodos en entornos en los que sienten que el humano no es una amenaza, es más fácil trabajar con ellos en refugios o centros veterinarios. Aunque, claro, esto depende muchísimo del carácter de cada felino.

Como aportación: llevo años probándolo con mis tres gatos. Ninguno me ha hecho ni caso. Eso sí, en cuanto abro una latita, mágicamente se comunican a la perfección

Imágenes | Nature, Sabri Tuzcu

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