Durante su paso por las facultades los futuros ingenieros informáticos estudian matemáticas, lógica, fundamentos de física, estadística, sistemas operativos, procesadores de lenguaje, programación… Un extenso y rico currículo en el que a menudo la ética ocupa un lugar secundario, apenas una asignatura a lo largo de un plan de estudios amplio y exigente. Cuando abandonan las aulas y se dedican a la programación gran parte de ellos se encuentran sin embargo con que su labor va más allá de las cifras, objetivas, mesurables y frías. En su día a día se ven obligados a encarar dilemas morales, más peliagudos conforme el software gana espacio en la sociedad y asume funciones sensibles, como la gestión de bancos de datos privados o información estratégica.
Las situaciones con implicaciones morales son más comunes de lo que cabría pensar. Y con frecuencia alcanzan calados dignos de los diálogos socráticos o las disquisiciones de Kant. A principios de 2017 varios programadores compartían con Xataka algunos de los bretes éticos con los que habían lidiado en sus empresas: el desarrollo de software para la mejora de armas que luego se usan con fines ofensivos, programas para empresas petroleras con un impacto directo en la degradación del medioambiente… O simplemente el diseño de webs de venta que “presionan” a los usuarios con una subida gradual de tarifas para que compren cuanto antes.
Uno de los ejemplos más recientes y que muestra la clase de conflictos a los que pueden dar lugar los dilemas éticos cuando colisionan los intereses de las empresas y los empleados lo brinda Google. A finales de 2018 trabajadores de la multinacional alzaron la voz de forma pública contra "Project Dragonfly", un servicio censurado de búsquedas para el mercado chino que podría usarse además para la vigilancia. En una carta divulgada por Medium, los empleados de Google muestran su recelo sobre el uso que podría darse a la herramienta y piden a los líderes de la compañía que cancelen el proyecto. No era la primera vez que lo hacían. Solo unos meses antes, en verano, un millar de trabajadores de Google ya habían rubricado una carta en contra de "Project Dragonfly".
El alcance cada vez mayor del software implica también que cuando se comete un error sus consecuencias van más allá de un simple fallo de cálculo. En 1991, durante la primera Guerra del Golfo, un misil iraquí hizo saltar por los aires una base estadounidense en Dhahran (Arabia Saudí) y acabó con la vida de 28 personas. El impacto fue posible porque el misil burló la barrera de defensa de EEUU. La razón: un fallo en el software. Un reportaje publicado por Eldiario.es en 2016 recuerda otro caso que deja a las claras el alcance de la programación: en la década de 1980 una tara en el diseño de un novedoso equipo para el tratamiento del cáncer provocó que varios pacientes recibiesen radiaciones de alta potencia que no necesitaban. Consecuencia: hubo fallecidos.
Cuando en la coctelera se meten además cuestiones como la propiedad intelectual, la privacidad en el almacenamiento de datos o la legitimidad de acceso a un servidor, la necesidad de unas directrices éticas para los profesionales se vuelve si cabe más acuciante.
Visto el poder y alcance de la programación, la pregunta del millón es: ¿Deben los desarrolladores dar más peso a los códigos deontológicos de su profesión? ¿Debería la justicia y la administración pública regularlos —igual que hace con los abogados, médicos o periodistas— para que un programador pueda hacer una objeción de conciencia sin arriesgarse a perder su empleo? O rizando un poco el rizo… ¿Deberían los desarrolladores de software salir de las facultades habiéndose comprometido con un juramento hipocrático, igual que los profesionales de la salud?
Códigos éticos internacionales
A lo largo de las últimas décadas, organizaciones de prestigio internacional en el campo de la informática, como el Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE), la Association for Computing Machinery (ACM) o la International Federation for Information Processing (IFIP) han elaborado códigos de conducta para sus propios profesionales. Hace dos décadas ACM e IEEE fueron un poco más allá y acordaron incluso un corpus para los ingenieros de software que destaca todavía hoy a nivel internacional como uno de los referentes deontológicos.
No son los únicos. Con frecuencia los colegios profesionales se dotan a sí mismos de pautas regladas. La iniciativa suele emanar de la toma de conciencia de los propios expertos, quienes aprecian la responsabilidad de la labor que desempeñan y sus implicaciones crecientes. Los puntos en los que inciden son la integridad, transparencia, sostenibilidad o no colisionar con el interés público. Entre las entidades que se han dotado de pautas similares en España figuran, entre otros muchos, el Colegio Profesional de Ingenieros en Informática de Andalucía (CPIIAND), el de la Comunidad de Madrid (CPIICM), Catalunya (COEInf) o el del Principado de Asturias (COIIPA). A menudo recogen —como en el caso del CPIIAND— una relación de faltas e infracciones.
¿Son suficientes esas pautas profesionales?
Expertos en la materia advierten de los retos crecientes. Mary Eugenia Cartaya, licenciada en Ciencias de la Computación por la Universidad de La Habana, reconoce en su ensayo sobre ética y software el alcance cada vez mayor de los programadores, pero advierte de “riesgos insospechados que alcanzan a todas las esferas de la vida social”. “Es preciso que nos detengamos a reflexionar acerca de los valores éticos, porque están presentes en la primera relación de conexión entre el desarrollo tecnológico y la sociedad: el hombre”, señala: “Dada la repercusión de la informática en todas las esferas, cobra especial importancia la observancia de los valores éticos”.

El célebre Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia Fernando Broncano apunta en una dirección similar. “Hay que desarrollar códigos de buenas prácticas y si es posible algún tipo de juramento hipocrático en general en todas aquellas ingenierías que sean sensibles”, abunda. Broncano señala que “la iniciativa individual” de cada profesional juega un papel determinante, pero admite también que es en el punto en el que esta choca con las dinámicas y pautas de las empresas donde a menudo se pueden producir conflictos. Por muy concienciado que esté un desarrollador, ¿Cómo puede aplicar un código deontológico si su compañía no se lo permite?
"Me parece que es el momento para empezar a plantearse los límites éticos del software. La cuestión es si es algo que hay que cargar sobre las espaldas de los desarrolladores uno a uno o si hay que plantearse algún tipo de código que obligue a las plataformas y empresas a introducir los códigos de auto restricción en lo que respecta a los límites éticos”, comenta Broncano, quien señala las ventajas de que los profesionales se doten de pautas que gocen de “respaldo social o institucional” y que las empresas dispongan de un “código ético de buenas prácticas”.
El reto no es sencillo. “Lo que ocurre con los abogados y médicos es que no solo manejan un código ético, sino una legislación positiva en la que se establecen límites al tipo de acciones que pueden realizar. En el caso de los abogados la confidencialidad, por ejemplo. Si hablamos de desarrolladores la cuestión es un poco más compleja. ¿Cuáles serían los contenidos de ese código ético, por ejemplo, en lo que respecta a si sus acciones van a tener efectos sobre el derecho a la privacidad de los usuarios? En casos así lo que puede hacer un escritor de códigos es una parte, pero la empresa tiene que hacer la otra, que es la más importante”, reflexiona el filósofo.
El debate se encuentra todavía en “una primera fase”, pero Broncano valora que al menos se haya puesto ya sobre la mesa y tomado conciencia de su relevancia. “Los límites éticos deben ser una consideración intrínseca desde el primer momento en el que te pones a programar”, señala el Catedrático de Filosofía de la Ciencia antes de abogar por una mayor formación ética en las aulas donde se forma a los desarrolladores de software. “Hay un déficit serio. En Medicina hay biomedicina, pero en las ingenierías no hay algo parecido”, apostilla.
¿Un juramento como el de los médicos?
¿Debería establecerse un juramento hipocrático para los programadores? Más allá del debate teórico, en los últimos años no han faltado intentos aislados por dotar a los desarrolladores de un juramento ético homólogo al de los médicos. En 2015 el célebre ingeniero de software estadounidense Robert Cecil Martin, más conocido como “Uncle Bob”, propuso una figura similar mediante la que los desarrolladores se comprometían a ejecutar su labor de la forma más eficaz, segura y honesta posible. En su best seller Armas de destrucción masiva, la matemática de EEUU Cathy O´Neil rescata la idea, inspirada en gran medida en The Financial Modelers´Manifiesto, un documento lanzado en 2009 por los ingenieros Emmanuel Derman y Paul Wilmortt.
En EEUU incluso se organiza un evento, el Data For Good Exchange (D4GX), que pone énfasis precisamente en la necesidad de capacitar a los programadores para que encaren dilemas morales. En 2018, durante el D4GX celebrado en Nueva York, Bloomberg anunció una colaboración con Data Democracy y BrightHive, Inc. para dotar a los científicos de datos de un código ético y una serie de principios que les permitan afrontar los desafíos que supone su ejercicio profesional.

Las protestas de la plantilla de Google derivadas del proyecto Dragongly o el escándalo de Cambridge Analytica en el que se vio envuelto Facebook no han hecho sino incidir en la urgencia de un código o pautas éticas para los desarrolladores de software. A pesar de ese escenario, los intentos por establecer un juramento hipocrático han sito tímidos y desde el sector aseguran que, al margen de que se formulen de forma aislada, no están extendidos ni reglados.
Broncano apuesta por ir paso a paso y, antes de plantearse la elaboración de cualquier juramento, ahondar en el debate ético. “Ahora mismo plantear un código hipocrático del tipo de Medicina sin haber planteado seriamente en qué aspectos consideramos que la programación excede los límites me parece que sería como poner la venda antes de la herida. Debemos aún examinar qué tipo de algoritmos deben ser sometidos al juicio del público”, reflexiona el filósofo.
No todas las voces coinciden en la utilidad o conveniencia de un juramento para desarrolladores. José Antonio Marín Casanova, profesor de Filosofía Actual, Tecnociencia y Sociedad en la Universidad de Sevilla, incide en que “el límite de la conducta de un programador, como el de cualquier ciudadano, es el código penal”. “El juramento hipocrático es un código ético sin validez legal. Otra cosa es que los programadores, como cualquier otro cuerpo profesional, cobren conciencia sobre las consecuencias sobre los demás de sus propias acciones”, previene.
Para Marín Casanova la mejor salvaguarda de que los desarrolladores ejercerán su oficio de forma responsable es “una buena educación ética, pero también artística, literaria, histórica, humanista, en definitiva. No solo para los programadores, sino para el ciudadano en general. Más allá de la concienciación, un juramento hipocrático sin eficacia jurídica solo tendría un valor simbólico”.
“Si queremos que los programadores, dado que trabajan con material muy sensible, no se propasen, es más conveniente la previsión legal que la moral. Y la ley, más bien, habría de proteger al programador con un reconocimiento análogo al del secreto profesional (reminiscencia del viejo secreto de confesión), para que no se vea obligado a revelar a nadie aquellos datos que exclusivamente ha conocido por el ejercicio de su oficio”, abunda el profesor de filosofía.
Pablo González, Security Researcher en Ideas Locas en el área CDO de Telefónica, reconoce la “complejidad” del debate y apunta las diferencias de calado que hay entre la labor que desempeña un programador y la de un médico o abogado. “Cuando un desarrollador se encuentra en un proyecto grande y complejo puede que no conozca su objetivo. Realiza una parte del sistema, un módulo o una parte de un pequeño módulo. No tiene por qué tener la visión del conjunto global, ni tampoco saber qué es lo que hará el sistema o la aplicación. Si partimos desde este punto, el disponer de un juramento hipocrático carece de sentido. Siempre habrá personas que sepan cuál es el objetivo del proyecto, pero no tiene por qué ser desarrolladores”, reflexiona.

“La situación entre los programadores y médicos no es igual. La forma en la que se trabaja y el conocimiento que cada uno tiene sobre el trabajo que realiza son diferentes. Un médico puede afrontar el problema concreto, mientras que el desarrollador solo puede conocer parte del problema, sin mayor conocimiento de la situación”, comenta González, quien valora que la responsabilidad de las implicaciones morales de los proyectos debe recaer sobre sus impulsores: “En los sistemas de IA de dudosa moral o los proyectos generales no éticos debería ser responsable la empresa o gobierno que hay detrás. El desarrollador puede no conocer el tipo de sistema que realiza”.
La dificultad de trasladar la figura del juramento hipocrático al campo de la programación no se limita solo a cómo trabajan los desarrolladores en las empresas. González revela otro punto igual de complejo: el intrusismo laboral, mucho menor en la abogacía o la sanidad que entre los desarrolladores de software. “El intrusismo aumenta y nos podríamos preguntar quién debería tener el juramento hipocrático: ¿todos los que desarrollan? ¿Solo los colegiados? ¿Colegiados y con carrera? ¿O con módulo también valdría? Es algo complejo de acotar y en lo que resulta difícil ser justo. Además no tiene sentido en algo tan abstracto y donde el desarrollador carece de la visión global del proyecto que sí se tiene en otros sectores”, abunda el experto.
González reconoce en cualquier caso la importancia de un ejercicio profesional ético en el desarrollo de software. “Los programadores deben tener una ética adecuada y debe dársele mayor peso. Hay que tener en cuenta que actualmente y en ciertas situaciones es difícil marcar lo que es ético y lo que no. En algunos casos está muy claro, pero la inclusión de la tecnología en el día a día de la sociedad ha hecho que tengamos que revisar lo que es la ética y redefinir muchos casos”, apuesta.
Una tarea que arranca en los colegios
El filósofo Aníbal Monasterio, autor del paper “Ética algorítmica”, apuesta por una mayor reflexión sobre “el impacto” de la programación. “Hoy la inteligencia artificial, la robótica y en general las ciencias de la computación penetran en todas las facetas de nuestra vida, desde la salud al transporte o los sistemas de recomendación. Todo esto tiene un impacto en la sociedad”, incide Monasterio, que al igual que Broncano apuesta por impartir más ética en las facultades.

“Al igual que en la Bioética se han establecido una serie de principios, como el de justicia, respeto o autonomía, las ciencias de la computación actualmente necesitan una serie de principios éticos que guíen su actividad”, anota. Aunque rehúye de los discursos relativistas o posmodernistas que sostienen que toda ciencia es construcción social, Monasterio reconoce que en su desarrollo sí se alcanza un componente social importante. “Los valores de la ingeniería y otras tecnologías tienen una importancia en el contexto social en el que se enmarca”, comenta.
Jesús Moreno León es Jefe del área de “Experimentos en el aula” del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF), organismo que depende del Ministerio de Educación. Aunque reconoce que las cuestiones sobre formación ética “en ocasiones no se tienen en cuenta como se debería” en las aulas, destaca la labor de la administración para que los aspectos éticas de la programación estén presentes ya en ESO y Bachillerato.
A modo de ejemplo Moreno cita un reciente informe —publicado en octubre de 2018— que elaboraron conjuntamente el Ministerio de Educación, representantes de 14 gobiernos autonómicos, varias universidades y empresas líderes, como Apple, Microsoft, Everis o Telefónica, para ahondar en la presencia de la robótica, la programación y el pensamiento computacional en las aulas.

“Cada vez hay una sensibilidad más clara hacia este tema. En este grupo de trabajo ya hubo unanimidad a la hora de incluir este tipo de cuestiones entre los objetivos fundamentales que el alumnado debería tener. Creo que la situación es muy clara y que todos los que estamos más o menos metidos en el sector somos conscientes de las implicaciones que puede tener la presencia casi ubicua del software en todos los ámbitos de la vida. Yo opino que cada vez más gente se está sumando a la tendencia de dar más importancia a las cuestiones éticas”, concluye Moreno León, quien juzga que “no es descabellado” plantear que los programadores tengan la obligación que comprometerse con un juramento hipocrático del mismo modo que los médicos.
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Usuario desactivado
Es lo que tiene la educación para la productividad de hoy en día. Primero es que produzcas dinero; luego, si lo que haces perjudica al medio ambiente o al prójimo, ya se las arreglaran las generaciones futuras o el prójimo...
Usuario desactivado
Pues completamente de acuerdo con el articulo. Como programador creo que deberia haber una cobertura legal para esos dilemas eticos.
jlmartin
En un mercado "de mercenarios" siempre encontraras gente con una moral "difusa".
Los médicos, abogados, políticos, ,,, tienen sus juramentos, aun así es relativamente fácil conseguir un parte de baja falsificado, una receta para un medicamento que no necesitamos, procesos judiciales con pruebas periciales falsas, procesos legales sencillos que se alargan, no juzgo a nadie, pero hay "mercenarios" en todos los campos.
El problema es que a diferencia de un medico o un abogado no hay estudios o una manera de evaluar a la gente, yo soy 70% autodidacta, he estudiado informática por mi cuenta muchos años y sin ningún tipo de titulación me almuerzo profesores de segundo de carrera y me ceno gente con doctorados o post-graduados, y académicamente estoy mejor formado, pero nadie me lo reconoce, a tipo de gente como yo es fácil contratar, disfruto programando, resolviendo problemas, me da igual lo que me pidas, muchas veces no somos conscientes de la implicaciones morales de nuestro trabajo, alguien ha evaluado que ese trabajo es necesario y punto.
Yo no tengo idea de si mi código va a salvar el hambre en el mundo a va a despedir a la mitad de la plantilla, las empresas se suponen que tienen su propio departamento ético para que el resto de empleados no tengamos estos problemas.
ciudadwifi
Todo el artículo es un despropósito... si no quieres desarrollar armas, pues no aceptes un contrato en Indra por ejemplo. Si tu estás programando para un equipo médico, pues sabes que en tus manos hay vida de gente y tienes que crear un software a prueba de bombas... ningún código deontológico hará que tu código sea mejor. Y así todo.
Y precisamente comparar con el juramente Hipocrático aun lo rematais... puede que eso significara algo en otra época, hoy en día desde la primera oración hasta la final, pues muy bonito todo y eso, y cierto que algunos médicos se lo creen, pero la inmensa mayoría, pues es la típica chorrada que queda muy bonita, pero todo falsedad pura y dura. Por ejemplo cogemos la primera oración de la versión actual que suelen "jurar":
«En el momento de ser admitido entre los miembros de la profesión médica, me comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad.»
La mayoría de los médicos se hacen médicos porque ser médico es una profesión en donde se gana muchísimo dinero y prestigio... ambas finalidades son contrarias a esa oración... No es que no se pueda ganar dinero, que es legítimo, pero no debe ser un fín en si mismo del ejercicio.
Pero lo peor es que hablar de juramentos en un mundo en donde lo común es una falta de principios morales y religiosos tan exacervabo, pues es cuanto menos estúpido. Porque para los que no lo sepan: jurar es poner de garantía a Dios... de ahí que por ejemplo para los católicos sea pecado muy grabe no solo jurar en falso (mandamiento directo de la ley de Dios, concretamente el 2º de los católicos), sino incluso es pecado grabe jurar sin un motivo muy justificado... ante lo anterior, un juramento de un ateo no tiene ningún sentido ni valor. Es cierto que también están las promesas que es similar, pero sin la parte religiosa... pero realmente hay más diferencias, es solo una promesa, nada más, de ahí que antaño un juramente en falso pues incluso se consideraba un crimen (realmente el perjurio en juicios y similar sigue siendo delictivo), pero el incumplimiento de una promesa no, porque en una promesa tu solo dices que esperas cumplir tal cosa, no lo aseguras... mientras en un juramento si hay un compromiso firme.
Pero dejémonos de filosofía y vayamos al grano: es una puta tontería. Si dijésemos que la sociedad en su conjunto y los programadores en particular pues están faltos de un mínimo de principios éticos y morales con los que guiar su vida y su profesión, pues estaríamos de acuerdo. Pero centrarse en jilipoyeces que no sirven para nada, o mejor dicho, yo creo que se por donde van y es obligación de colegiarse y demás y dar de comer a unos cuantos vagos, pues no. Un programador lo que tiene que hacer es centrarse en hacer su trabajo lo mejor que sepa y saber donde trabaja y para quien trabaja... y después no venir con cuentos de que trabaja en una empresa que hace webs comerciales que oficiosamente no cobran y extrañarse porque el negocio sea manipular las búsquedas, o entrar a trabajar en una empresa que desarrolla armas y después quejarse porque tiene que trabajar en un proyecto que se usará en armas... O eres tonto o eres algo muchísimo peor.
Yo he tenido una oferta muy jugosa para trabajar en una empresa que, una de sus actividades principales es el desarrollo de "armas inteligentes"... pues preferí ofertas de trabajo menos jugosas, pero donde no tuviese dilemas morales y poder dormir tranquilo todas las noches. Aunque esa empresa no solo desarrolla sistemas militares, sino que incluso esa es una parte menor... e incluso los sistemas militares, pues la inmensa mayoría ni siquiera son ofensivos. Y los proyectos que yo dirijo, siempre lo hago pensando que hacerlo lo mejor posible (dentro de los presupuestos/tiempos/etc establecidos). No necesito juramentos falsos para ser lo mejor profesional posible... si no lo hiciera así, pues no dormiría bien de noche... los que no tienen esos dilemas morales, pues a esos un juramente se las trae el viento y no les importaría incumplirlo.
hasta luego
zakatolapan
Muy actual la noticia. Llega justamente en un momento en que los programadores e Epaña están corriendo para hacer sistemas de registros de horarios de empleados que se puedan manipular para ocultar las horas extra que no se pagan.
jorgesanabria
Hay demasiado filósofo y gente que no ejerció como dev en su vida, hablando de temas que desconoce, sobre un camino muy oscuro llamado ética ¿qué es ético en occidente? ¿qué es ético en el medio oriente?
Hay países donde está bien y es ético arrancarle los ojos a una mujer si fue violada ¿qué ética es la correcta?¿por qué están tan seguros de lo que plantean?
Posdata: muchos devs ejercen sin título ;)
Usuario desactivado
diox76
Si no te acoges a la ética empresarial, ya sabes que hay muchas personas que estarán dispuestas a hacerlo por ti.
Si te acoges, tendrás que hacer lo que te pidan bajo pena de incumplimiento de contrato más consecuencias legales de tu decisión.
Es como el periodismo: o sigues la línea editorial o ya sabes dónde está la puerta de salida.
El juramento hipocrático se inició en la Medicina y ha habido personal sanitario que ha matado a otras personas por cuestiones personales u otras causas (entre ellas, las dinerarias).
Y si la empresa hace algo ilegal, no dudes que irán a por ti.
pfff...
royendershade
Pero si hoy dia nadie se toma en serio ningun juramento, y tampoco garantiza nada. Lo que tienen que haber son leyes que regulen determinado tipo de acciones. Ojala vivieramos en un mundo donde sirviera de algo y la gente se tomara en serio su palabra, pero es una idea mas romantica que otra cosa, y la realidad es que en cualquier otra profesion como la medicina encuentras personas dispuestas a saltarselo o que lo consideran desfasado sin dificultad.
AlxRd
AlxRd
Pues no se la situación en todos lados, pero al menos en México para las carreras relacionadas a TIC en el IPN y el Tec de Monterrey llevamos al menos dos asignaturas de etica profesional y una de legal justamente por los temas de responsabilidad y manejo de datos
ChicodiscO
Ética al programador nada más? Y los ingenieros en electrónica que? IEEE nació con ingenieros eléctrico y electrónicos
marjuanmanuel
Hay que desarrollar códigos de buenas prácticas y si es posible algún tipo de juramento hipocrático en general en todas aquellas ingenierías que sean sensibles
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Eso ya existe, cuando me gradué como Ingeniero en Sistemas Computacionales hice un juramento ante los sinodales que abalaron mi graduación y juras que nunca vas a prestar tus servicios para algo malo, etc, etc, etc. En lo personal me he esforzado por ser honesto en mi trabajo, pero también dependerá de esa persona, ese juramento es un mero trámite, si la persona ya viene mal a donde vaya va a aprovechar la situación, y también depende de la empresa a donde vayas, hay algunas a las que no les importa si está bien o está mal lo que se hace, con que genere dinero para los directivos basta.
nexus01
La idea del juramento este es así como un poco anacrónica, no?
En serio, estos juramentos, basados en la idea de que el tipo que jura es buena gente y va a cumplir sirven como adorno vanidoso... Y ya.
Al final lo que detiene a un abogado o medico sin ética son las posibles consecuencias legales de sus actos. Y si no, mira al periodismo, casi todos los periodistas, al menos los mainstream se mean y se cagan en su juramento cada día. (igual es por eso que han llegado a mainstream en vez de escribir en la revista parroquial del pueblo). Las calumnias e injurias salen baratas, se lo pueden permitir... Y por lo tanto se lo permiten.
Los códigos de buenas prácticas, los juramentos y las autorregulaciones son una mentira cutre para esconder la desregulación y el sálvese quien pueda. No han funcionado nunca, y dudo que vayan a hacerlo. Si se quiere evitar una conducta se tendrá que sancionar por ley. Para hacer un "código ético de recomendaciones" casi que mejor no se molesten.
Mr. John Doe
Ponen de ejemplo a los doctores y abogados, cuando son los primeros en pasarse por el arco del triunfo cualquier tipo de juramento... cualquier trabajo es así y en cualquiera te puede tocar hacer algo que vaya en contra de tu ética y no tengas capacidad de elección, y no, no la tienes, porque decir "puedes renunciar" es muy fácil, cuando no eres tu el que tienes que renunciar ni sabes en que situación se encuentra la otra persona claro.
Si depende de cada uno, el que tiene ética no necesita hacer ningún juramento y el que no la tiene, ningún juramento le impedirá seguir haciendo lo que hacia, de la misma forma que quien no quiere arriesgar su trabajo y no esta en sus manos decidir, tampoco va arriesgarlo por ninguna clase de juramento.
Vamos que no hace falta ninguna clase de juramento, en todo caso lo que hace falta es más regularización de lo que se puede y no se puede hacer.
diegoocho
Pueden meterle codigo hipocratico a todo lo que quieran pero se estan metiendo con algo mas oscuro si quieres regularizar algo que es libre y sin reglas
carlmac
Pienso que si debería de fomentarse la educación en la ética profesional y ponerse ciertas medidas
jrepiso
Ni la ética ni ningún bien pueden amparar a la mentira. La MENTIRA a modo de:
-ignorancia que va confundiendo y equivocando a todos,
-información alineada u opinión interesada que va creando medias verdades,
-desinformación por los prejuicios mismos o por lo adoctrinado de tantos intereses creados,
-fanatismo ya sea religioso, negacionista de una realidad o político,
-ocultación de una verdad para fortalecer a otra y que es la arbitraria o la manipulable.
Todo esto porque un bien no tenga posibilidades de ser falseado ni capacidad de confundir o manipular a nadie. JOSÉ REPISO MOYANO
jrepiso
La ÉTICA siempre guarda una RELACIÓN-DEPENDENCIA DIRECTA con la verdad racional.
Es decir, solo existe la ética en alguien si ya ése alguien ha tomado todas las medidas posibles para NO TAPAR LA VERDAD RACIONAL.
Más claro, solo existe la ética en tal o cual sociedad si tal sociedad concreta ha tomado todas las medidas posibles para no tapar al que demuestra razón o para NO TAPAR LA VERDAD RACIONAL.
Pero, piensen: cuando la sociedad era totalmente esclavista, todos tenían como primera misión el decir que ERAN BUENOS (y ayudándoles para tal misión todas las infraestructuras sociales, todos los poderes, todas las grandes presiones, todas las maquinarias de manipulación-tortura o todas las capacidades reales de vetar); sí, asimismo en cualquier irracionalidad parecida de la sociedad van a seguir diciendo que SON BUENOS.... mientras que objetivamente también a la vez hacen agonizar al que sí de verdad aporta razón o equilibrios y conciencia de tal error. O sea, dicen que son BUENOS sincronizado con un matar al bien al mismo tiempo. José Repiso Moyano
(Y el que se esfuerza por la luz o por el bien, ¡que se pudra en apaleos!)
georgeelcurioso
Los banqueros son los que menos etica tienen y han realizado los mayores destrozos, sin mencionar los politicos y abogados. algunos de los Hacks han sido provocados por las acciones de estos antisociales de cuello blanco precisamente para encaminar a soluciones de sus excesos