"No puedo hacer nada durante más de quince minutos sin mirar el móvil". Arrancando con esa frase, recorríamos hace unas semanas los problemas y ansiedades de una generación que vive "eternamente desconcertada". El eco del reportaje ha sido profundo y nos ha llevado a hacernos una pregunta: Más allá de la anécdota, más allá de la sensación generalizada... ¿es posible que esa desconcentración esté teniendo efectos a largo plazo en nuestra memoria, nuestra atención y en nuestras capacidades cognitivas?
¿Nos están cambiando los móviles? ¿Nos está cambiando internet? El debate no es tanto si la memoria (la atención u otras capacidades cognitivas) cambian con el uso de los dispositivos móviles. Eso es una trivialidad. Cambian, vaya que si cambian. Y no solo cambian funcionalmente, también lo hacen a nivel estructural y a todos los niveles. Las mismas pantallas han modificado sustancialmente nuestra corteza somatosensorial; o sea, han cambiado la forma en que tocamos el mundo.
No hay que olvidar tampoco que, como nos explicaba Manuel Sebastián, investigador de la Unidad de Cartografía Cerebral de la Universidad Complutense, "sabemos que el texto que incluye enlaces (hipertexto) parece recordarse peor en general, lo que es totalmente lógico porque constituyen distractores y el papel de la atención es crítico en el recuerdo".
Cambios, cambios y más cambios. Esto tiene implicaciones importantes en la medida en que trabajamos en ambientes virtualmente muy enriquecidos y que, por el hecho de estarlo, nos impiden procesar y nos dificultan la concentración. Y sin concentración, los recuerdos se vuelven quebradizos. Esto se da a niveles muy básicos que afectan también a los recuerdos que ya tenemos: cuando optamos por buscar la información en Google en lugar de intentar recordarlo estamos impidiendo que ese tipo de información pase a nuestra memoria.
Pero, ojo, esto es normal. "El hecho de que la información se procese de forma diferente, no es necesariamente malo", nos contaba Sebastián. Nuestro cerebro se pasa la vida reorganizándose) y las tecnologías de la información nos llevan afectando desde los primeros pictogramas. De hecho, como señalaba en The Observer, Chris Bird, profesor de neurociencia cognitiva en la Facultad de Psicología de la Universidad de Sussex, “siempre hemos descargado cosas en dispositivos externos, como escribir notas, y eso nos ha permitido tener vidas más complejas. No tengo ningún problema con el uso de dispositivos externos para aumentar nuestros procesos de pensamiento o de memoria. Lo estamos haciendo más, pero eso libera tiempo para concentrarnos, enfocarnos y recordar otras cosas”.
El problema son las consecuencias que pueden tener. El problema es saber si todas estas consecuencias positivas pueden tener algún problema asociado. El ejemplo más claro es el hipocampo. Esta área del cerebro está muy relacionado con la orientación espacial. De hecho, la idea de que los taxistas de Londres lo tienen hiperdesarrollado es un lugar común en el mundillo de la neurociencia. Pero, ¿qué pasa si dejamos de necesitar orientarnos? ¿Qué pasa si empezamos a recurrir a los mapas del móvil de forma desproporcionada y el hipocampo acaba por subdesarrollarse?
Sobre todo, porque en el cerebro rara vez hay algo que tiene un solo uso. Oliver Hardt, de la Universidad McGill de Montreal, decía que "la densidad reducida de materia gris en esta área del cerebro va acompañada de una variedad de síntomas, como un mayor riesgo de depresión y otras psicopatologías, pero también ciertas formas de demencia". Estamos lejos de tener una relación causal, pero si Hart está en lo cierto “el costo de esto podría ser un enorme aumento de la demencia" (y, a largo plazo, del Alzheimer). Esto, con una población mundial cada vez más longeva, sí que es un problema.
Unas consecuencias sobre las que estamos investigando... El problema, como siempre, es que no es sencillo saber de qué estamos hablando. En EEUU hay un estudio que está siguiendo a más de 10.000 niños año tras año para saber cómo afecta exactamente el teléfono móvil al desarrollo neurocognitivo. Los primeros estudios lo tienen claro: hay una relación entre el adelgazamiento cortical y la tecnología. Lo que no sabemos a ciencia cierta es qué significa eso. Sobre todo, porque ese adelgazamiento es algo que surge de forma natural con el tiempo; es decir, no sabemos si están madurando antes, o están envejeciendo más rápido.
...pero que nos ha ganado la mano. Al fin y al cabo, el teléfono móvil (la informática en general) se ha comido el mundo. Está en todos lados, por todas partes: hay muy poca gente que no esté metido en este gran experimento social masivo. ¿Qué ocurre si descubrimos que lo que perdemos por el uso de la tecnología no se ve compensado como ha pasado históricamente hasta ahora? Es cierto que, por ahora, no hay datos sólidos que nos obliguen a enfrentarnos a esa pregunta; pero cada vez parece más cercano el día en que tengamos que tomar cartas en el asunto.
Hace unos años, el filósofo Antonio Diéguez defendía que la idea de que "no se le pueden poner puertas al campo" en relación con la tecnología era más un mensaje político, interesado, de relaciones públicas e intereses cruzados que una realidad. Ese parece ser el gran reto de la actualidad: desarrollar los mecanismos sociales necesarios para recuperar el control sobre lo que es bueno o malo para nosotros mismos.
Imagen | Mika Baumeister
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r_penrose
Los móviles (y otros dispositivos) cambiarán la forma de trabajar del cerebro como lo han hecho desde siempre.
También aprender a leer y escribir cambió la forma en que usábamos el cerebro, hasta el punto en que ahora es más rápido "leyendo" colores que identificándolos. (Ver efecto Stroop)
Había gente que consideraba una debilidad utilizar una agenda en lugar de memorizar números de teléfono o citas. Quizá nuestros hijos nos vean como dinosaurios que necesitaban silencio y concentración para tomar decisiones.
elhot69
Antes de los celulares, me sabia el numero de telefono de al menos 30 personas de memoria, y tocaba tener la famosa libretita magnetica de acordeon para anotar numeros telefonicos, hoy con suerte me se el mio nada mas, jejeje
El celular provoca el "desuso" de la memoria sin duda alguna
imf017
Afectar, afecta y sobretodo a los más jóvenes, que ya nacen con el smartphone bajo el brazo. Aun sin saber si esto afecta a la memoria o no (parece probable que lo haga), el abuso de móviles y otras "tonterías inteligentes con pantalla (o no) y conectadas" sí que afecta al desarrollo psicomotriz de los niños. Y una excesiva dependencia de la pantalla podría hacer que aumenten los casos de transtornos como el autismo.
Pero hasta que no se hagan estudios serios y se saquen conclusiones contundentes, no podemos más que especular.
kevinbnz
lo preocupante va ser cuando haya una tormenta solar q inutilice todo los aparatos tecnologicos, ya no vamos a tener la ventaja evolutiva de los humanos pre internet
tony.fernandez.7568
¿Destrozar es no acordarse del número de teléfono de tu madre?
Sinceramente, dudo que destroce nada. Si tenemos en cuenta que podemos llevar infinitos libros en el movil y leerlos en cualquier momento, podemos jugar videojuegos cada vez más complejos (incluso de consolas como ps2, gamecube...) que a lo mejor nos hacen perder tiempo pero algunos juegos te obligan a memorizar un mapa completo de un mundo entero, zonas donde puedes acceder con un poder nuevo...
En definitiva, el móvil no pudre la memoria, la gente la pudre solita comprando un teléfono de 1500 euros para usar solamente facebook y whatsap (que ya ni se molestan en escribir porque solo mandan audios)..
Cada uno pudre su propio cerebro a su gusto y medida. Para mí un movil me ayuda a mejorar en todo (leo mucho más, puedo jugar a juegos más profundos, hay quien lo usa para ver películas, gestionar el ejercicio que hacen...), todo depende de para qué lo uses.
rexd94
En mi opinión desde que se expandió el Internet se tiene acceso a más información, saber más de otras culturas, países, avances tecnológicos y un largo etc, pero también ha traído lo peor como desinformación, peleas por Internet, racismo, etc, por lo que creo que el uso y fin de este gran avance está en manos de cada uno y si lo va a usar para aprender más o para perder el tiempo y dejarse perder por lo peor que pueda traer.
exteban
Afecta en el sentido de inmediatez y de gastar el menor tiempo y esfuerzo posible. Así la gente solo lee los titulares (que muchas veces poco tienen que ver con el cuerpo del artículo), se montan su propia película en la cabeza y ale, a discurrir por el mundo.
Eso sin mencionar la gente que se informa en Twitter, o las "recomendaciones", que gracias a los algoritmos te enseñan noticias que te gusta leer, sean ciertas o no.
Usuario desactivado
😐
nahald
Viendo como ahora la memoria histórica la escriben los terroristas y los golpistas socialcomunistas sin referéndum alguno en España si debería preocuparnos, pronto borraran y quemaran todo rastro de sus crímenes contra el pueblo español y nos dejaran en la mayor absoluta ignorancia.