En las últimas semanas, decenas de empresas, laboratorios y universidades han anunciado que están trabajando para conseguir una vacuna contra el nuevo coronavirus que lleva dando problemas desde principios de año. Es más, la mayoría de expertos cree que en unos pocos meses la vacuna estará lista. Esto, que es una excelente noticia, deja una pregunta en el aire.
¿Cómo es posible que estemos convencidos de poder desarrollar una vacuna para un virus nuevo en unos pocos meses y la gripe sea capaz, año tras año, de superar todas las barreras higiénicas y medidas de seguridad para dejarnos una semana fuera de combate?
El "truco" del coronavirus

La explicación de por qué se espera que la vacuna contra el coronavirus se desarrolle pronto es sencilla. Aunque el virus es nuevo, los investigadores disponen de un enorme arsenal de "plataformas" y modelos ya utilizados en otros patógenos como el MERS (Síndrome Respiratorio por Coronavirus de Oriente Medio) que permiten acortar plazo y dibujar una senda clara de trabajo.
Como explicaba el director del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), Luis Enjuanes “tendremos el primer prototipo en tres o cuatro meses. El problema viene luego con los ensayos clínicos, que requieren un gran presupuesto”. Y algo más de tiempo. Pero hay una altísima probabilidad de que en poco un más de un año desde que explotó el virus, tengamos la vacuna ya en la calle.
Y es que aunque el nuevo coronavirus es un virus complicado y lleno de incógnitas, cuando hablamos de la gripe estamos hablando de un bicho totalmente formidable. El sueño de poder erradicar una enfermedad que se lleva cada año entre 291.000 y 646.000 personas es muy antiguo. Sin embargo, es un sueño que, con nuestro nivel tecnológico actual, es sencillamente imposible.
No es fácil erradicar una enfermedad

De hecho, a lo largo de toda la historia de la humanidad, solo hemos sido capaces de erradicar dos enfermedades: la viruela (1980) y la peste bovina (2011). Además de ellas, hemos hecho avances muy importantes en cuatro más: la malaria, la dracunculiasis, el pian y, sobre todo, la polio. El resto de enfermedades infecciosas son huesos duros de roer.
Un buen ejemplo de las dificultades relacionadas con la erradicación de enfermedades es la relación de cinco infecciones que el Centro Carter identificó en 2008 como candidatas a la desaparición. Eran el sarampión, la parotiditis, la rubeola, la elefantiasis y la cisticercosis. Desde entonces, el sarampión ha reaparecido con una fuerza inusitada a lo largo y ancho de todo el globo.
En general, todas esas enfermedades tienen algo en común: su reservorio natural es única y exclusivamente el ser humano. O, en caso de enfermedades como la peste bovina, el reservorio animal es una especie fácilmente identificable. Es decir, son enfermedades que tienen dificultades para saltar las barreras interespecies y no son difíciles de seguir en ecosistemas abiertos.
La explicación es que, al menos con nuestro desarrollo tecnológico, sanitario y social, solo podemos asumir la erradicación de enfermedades que podamos identificar, monitorizar y sobre las que podamos intervenir a una escala técnicamente asumible. La gripe, sea cual sea el criterio que usemos para evaluarlo, no es una enfermedad erradicable.
Aunque es cierto que la fuente de la gripe en las infecciones humanas son fundamentalmente los seres humanos, se trata de una enfermedad con una capacidad sorprendente para saltar entre aves, caballos o cerdos. Es más, se trata de una enfermedad con una capacidad sorprendente para generar nuevos subtipos en esos animales que se reincorporan a las epidemias humanas muy fácilmente. Eso hace técnicamente imposible plantear siquiera la erradicación.
La búsqueda de la vacuna universal

Sin embargo, docenas de grupos de investigación en todo el mundo buscan lo que se conoce como la vacuna universal de la gripe. El caso más reciente quizás sea el de Larry Page, cofundador de Google, pero llevamos años siguiendo los disitintos intentos de encontrar algún factor del virus que sea lo suficientemente estable en todos los subtipos como para usarlo con él.
No es fácil. La idea suena bien y hay muchos científicos trabajando para encontrarla, pero hasta el momento se nos ha resistido. Fundamentalmente, como decía, porque el virus de la gripe y su capacidad para mutar es tan prodigiosa que siempre encuentra una forma de burlar nuestros intentos. Siempre estamos a un paso de conseguirlo hasta que se hace evidente que el virus nos ha vuelto a superar.
Si no podemos erradicarla, ¿Qué nos queda?

Aunque una enfermedad como la gripe, nos queda prevenirla en la medida de lo posible y controlar los brotes que vayan surgiendo. La ya recurrente campaña de vacunación anual que intenta aumentar la inmunidad de los grupos de población más vulnerables a la enfermedad es ya uno de los programas sanitarios más ambiciosos que se han realizado nunca.
Y lo es por su envergadura (es capaz de llegar a millones de personas), pero también por su complejidad técnica: la Organización Mundial de la Salud tiene una red de centros vigías por todo el mundo para determinar qué cepas están circulando cada año y cuales tienen un mayor potencial de crecimiento. Con esa información, se genera una vacuna que cubra los subtipos que más probablemente se convertirán en epidémicos.
Por eso, porque hay veces que la OMS se equivoca y el subtipo predominante es otro, la efectividad habitual de la vacuna está entre el 40 y el 60%, aunque hay años como 2018 que no llega al 25%. De ahí que la vacunación de los grupos de riesgo sea tan importante: con tan limitada efectividad, cualquier limitación de virus circulantes es crucial para evitar muertes entre las personas de los grupos de riesgo.
Más allá de eso, hay poco que hacer: si nos referimos a una infección, como dice un viejo refrán médico, "una gripe dura siete días sin tratamiento y una semana con él"; si nos referimos al virus yo diría que parece que nos va a durar toda la vida.
Imagen | Kelly Sikkema
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Miguel
"una gripe dura siete días sin tratamiento y una semana con él"
Interesante Javier xD
perry_peter
Es más rentable tener enfermos crónicos demandantes de medicamentos toda su vida. El ejemplo más contemporáneo es el sida.
lovercius
¿No existe una vacuna contra la gripe?
Usuario desactivado
Don Javier, espero que la afirmación de que se está muy cerca de una vacuna para ese coronavirus xenofóbico -que se ensañó con los pobres chinos que nos fabrican esos teléfonos y otras cositas tan bonitas, cobrando tan poquito al mes-, esté basada en alguna información privilegiada de la que usted dispone en su calidad de "Pilar Científico Xataquero" y no en un simple "feeling" obtenido del "consenso científico" o alguna programación positiva para alegrarnos.
Entretanto hablando de gente fea y pesada que no entiende nada de ciencias y a lo mejor hasta se curan con remedios "placébicos" homeopáticos y capaz que si fuesen españoles votarían por algún partido facho y creerían que los padres tienen el derecho de educar a sus propios hijos, -no si es que este mundo está "terrhiiiible"-
Me preguntaba Don Javier si usted puede ilustrarnos sobre las declaraciones de este señor Francis Boyle que osa decir que el coronavirus de Wuhan es un arma de ataque biológico y que la OMS lo sabe.
¿Está muy frio el día como para mojarse?
P.D.
Le adjunto un par de enlaces en el caso de que no se halla enterado usted lo que le refiero:
https://www.youtube.com/watch?v=TsyujjitOFM
https://www.youtube.com/watch?v=nXSHOPWKY0A
luis lara
En resumen por la historia natural de la enfermedad + la alta tasa de mutabilidad del virus.
almaciga66
Después de una gripe mastodóntica, con el mayor dolor de cabeza que he tenido en mi vida y que os podáis imaginar, creo que vi en la tele un remedio casero (hace tanto que no recuerdo ni dónde).
Por supuesto no le hice caso, que yo soy de ciencias, pero un año que estaba grogui griposo lo recordé y me lo tomé.
Llevo más de 15 años sin gripe y he sido profesor, así es que me han acribillado los virus como una diana andante.
Cuando me noto raruno como con fiebre y malestar leve, me tomo el remedio, un parecetamol y listo.
No sé si es sicológico, por la tremenda gripe que pasé o qué, pero a mí me funciona. Así que ahí os lo dejo:
Medio vaso de leche con zumo de medio limón y azúcar al gusto. Al removerlo queda como un yogur líquido. ¡Está bueno! (con azúcar).
Yo me tomo también un paracetamol por si las moscas. Las molestias, fuera gripe imaginaria o no, se desvanecen y cómo os he comentado, llevo más de 15 años sin sufrir la gripe. No soy mucho de casualidades, así que yo que vosotros lo probaría...
poncho777
Vivimos en un mundo lleno de bacterias, el secreto está en conseguir que nuestro sistema inmunológico aprenda a vencer a una gripe común con ayuda de medicamentos. Las vacunas son el mismo virus debilitado para que a nuestro cuerpo le sea más fácil. No puedes eliminar una bacteria del planeta pues se halla en todas partes. Por ejemplo se sabe que el ébola vive en el polvo de estepas africanas y cuando los elefantes pisan se las llevan y las propagan, que por cierto el contagio último se decía que fue por consumo de simios por el hombre en centro África.
patf40
Respuesta rápida: PORQUE NO INTERESA
Usuario desactivado
Miles de millonss dedicados a poner humanos en la Luna o Marte... miles de millones en armamentos.... Y si dedicamos un diez porciento de esto en eliminar virus?